1.-Necesitamos una política exterior metropolitana que vaya más allá del turismo.
Hace unos días el bilbaíno Andoni Aldekoa participó en unas jornadas municipales sobre la proyección exterior de las ciudades. Es un experto en comunicación y marketing político y desde esta posición asesoró y formó parte de diferentes instancias políticas en su Comunidad Autónoma. Hace poco había venido a Vigo en donde compartió programa con el arquitecto coruñés Martin Fernández-Prado más un tercer especialista. Su intervención en la ciudad olivica trató de la cooperación entre los gobiernos municipales como base para la formación de un gobierno metropolitano, y defendió que para lograrlo el municipio de la ciudad principal debe ser muy generoso con los otros municipios del área. Y puso el ejemplo de Bilbao, donde fue asesor del alcalde. Pero las palabras son una cosa y las realidades otras. Es cierto que del proyecto de renovación y marketing urbano de la capital vasca se beneficiaron otros municipios metropolitanos: Leoia (allí está el aeropuerto), Barakaldo (se construyó el nuevo recinto ferial por falta de espacio en Bilbao y para poder amplia San Mamés ) y Getxo donde se ubicó la terminal de cruceros, entre otras actuaciones. Una situación muy parecida a la de Coruña, solo que él, como buen comunicador político, la vende como si fuera una estrategia previa cuando realmente no fue más que una consecuencia inevitable. Al igual que ocurre aquí. La diferencia es que en estos años Bilbao y la mayoría de los municipios teóricamente beneficiados están perdiendo población, y aquí ocurre lo contrario. No cabe duda que el ponente supo construir muy bien su relato (ese es su papel). Además, no olvidemos que en Bilbao no existe un gobierno metropolitano, y el área metropolitana es solo una figura de ordenación del territorio y el ámbito del Consorcio de Transporte Público. Lo demás lo llevan a cabo empresas públicas especializadas y agencias de desarrollo urbano. Por eso, y dado que para el gobierno metropolitano en Bilbao eligieron otro modelo, esa experiencia debe ser referida únicamente como un caso de cooperación para la gestión de un proyecto de ciudad metropolitana, que es muy diferente a la que corresponde a la creación de un gobierno metropolitano, como el que aquí se pretende.
Pero hay una lección que podemos aprender. La necesidad de construir un discurso convincente sobre la construcción de un proyecto de Ciudad Metropolitana en A Coruña. Partimos de bases parecidas: el aeropuerto en Culleredo, el puerto en Arteixo, las áreas residenciales y turísticas en Oleiros y Sada, y el suelo empresarial repartido en los diferentes municipios. Podríamos añadir la gestión unificada de los residuos, del abastecimiento y tratamiento del agua e incluso del transporte metropolitano. Añadiendo la gestión de un territorio que forma parte de la red de Reservas Mundiales de la Biosfera de la UNESCO, y que tiene asignada la gestión del área supramunicipal que la Xunta de Galicia ha definido para la gestión del turismo. Sin duda, podemos presentarnos también como un ejemplo de coordinación administrativa y de cooperación intermunicipal, aunque queden todavía importantes temas pendientes. Pero en Bilbao, como en otras ciudades donde ha habido un proyecto de ciudad de verdad, siempre han sabido construir muy bien el relato urbano.
En nuestro caso, no se ha intentado, más allá del denodado plan de “Coruña Futura” que ya nació desfasado. En Coruña nunca se ha tomado en serio la necesidad de la proyección exterior más allá de lo relacionado con el turismo, y ni siquiera en este tema se ha hecho mucho, posiblemente porque la visión de la ciudad se circunscribe al potencial endógeno. Y la verdad es que no nos ha ido mal.
Es un tema, el de la política exterior de las ciudades, que va mucho más allá del marketing político. No olvidemos que el buen marketing urbano va ligado a un proyecto de ciudad cuya elaboración debe hacerse desde una visión exterior. Y de esto puedo hablar, como experto en el tema, y como autor de un libro que como me acaban de comunicar de la editorial, se va a presentar en una feria de libros en Latinoamérica entre las novedades, como el texto recomendado para el márketing urbano y turístico. En resumen: la política exterior de una ciudad precisa construir primero un producto ciudad desde la metodología del marketing estratégico y no limitarse a adscribir la proyección exterior al ámbito del turismo, que es una parte de un todo o a la acción política. A Coruña actual tiene todas las condiciones para construir ese nuevo discurso y presentarse en el mundo como una Ciudad Metropolitana.
¿A dónde nos lleva el discurso políticamente correcto de las ciudades globales? La necesidad de un proyecto para Coruña Ciudad Metropolitana.
Más recientemente, el citado comunicador bilbaíno intervino en el seminario antes mencionado que organizó el Consorcio de Turismo de A Coruña. No me fue posible asistir así que comentaré solo el contendió de la entrevista aparecida en L Voz de Galicia. En ella, el ponente, refuerza ideas que ya habían sido hace tiempo objeto de diversos autores y que forman le argumentario de la globalización aplicada a las ciudades. Expondré algunas.
- a) Dijo que La Coruña está en la periferia si miramos desde Europa, pero está en el centro si la vista se amplía hacia América y Asia. Evidentemente nada nuevo, porque recuerdo que esa fue una de las razones que, además de puerto-refugio, se argumentaron para defender la construcción del puerto exterior: ser enlace entre Asia y América del Norte con Europa por nuestra posición marítima central. Nada nuevo, y que ya Gonzalo Ortiz había repetido hace años, pero aquí seguimos siendo tan pueblerinos que parece que tienen que venir personas de fuera para que se les haga caso de lo que dicen. Especialmente en el ámbito mediático. Tal vez sea porque ya nadie lee nada y nadie sabe lo que otros dijeron pensando siempre que todo es nuevo, aunque sea muy antiguo a veces.
- b) Otra razón que utilizó el ponente entrevistado es que en la globalización, de la que parece un claro seguidor, las ciudades que compiten o son megaciudades o son agrupaciones estratégicas de ciudades. Según eso, las ciudades medias, Como Bilbao o Coruña, no podrían ser competitivas en ese mundo global que afortunadamente empieza ya a desglobalizarse. Una teoría, la de las ciudades globales, enunciada hace décadas pro R. Florida en su original discurso de las ciudades creativas globales, y que decía que solo las megaciudades están en condiciones de atraer talento, y que como en la captación de ese talento reside el potencial de creatividad de una ciudad, son las grandes metrópolis mundiales las que pueden competir. Hay muchos argumentos para relativizar afirmaciones como esta. El vaciado o despoblamiento rural sería una de las consecuencias directas que el propio autor justifica como necesaria y beneficiosa para el crecimiento económico. Al final pondré algunos casos concretos, pero por ahora en basta con decir dos cosas: en investigaciones publicadas por mi equipo (Las ciudades medias en la globalización) hemos demostrado que en el caso de Europa las ciudades medias pueden ser ciudades creativas y tener dimensiones globales, o mejor internacionales, con la ventaja de que ofrecen mejores índices de calidad de vida En segundo lugar solo citaré dos hechos: Bilbao y Coruña son ambas ciudades medias, con un millón y medio millón respectivamente de habitantes, y ambas atraen talento, principalmente Coruña por su especialización en industrias Tics y por el efecto Inditex. Y en ambas residen empresas globales: Inditex e Iberdrola respectivamente, aunque ésta última haya trasladado recientemente el grueso de su operativa a Madrid, como antes hizo el BBVA.
- c) La tercera idea que proclamó Aldekoa fue que cuando las ciudades tiene un tamaño medio, es necesario configurar sistemas urbanos regionales para poder posicionar entre las grandes áreas urbanas del mundo. Para ello aconsejaba la configuración de un sistema metropolitano en el eje atlántico, entre Coruña/Ferrol y Oporto. Otra buena idea, pero que desde hace décadas está en el origen de la propia constitución del Eje Atlántico como asociación transfronteriza Galicia-Norte de Portugal. Además, debe saber también que los intentos de constituir una Eurociudad entre Bayonne-San Sebastián-Bilbao, una idea que data de los años setenta del siglo pasado, nunca logró pasar de eso, de una idea. Y nosotros en eso hemos ido más allá que los vascos, porque el Eje Atlántico funciona muy bien en algunas cosas, aunque haya otras muchas en donde podríamos mejorar y competir hacia fuera en lugar de hacerlo hacia dentro. Pero me surge entonces una nueva pregunta. ¿En el supuesto de posicionarnos como una región metropolitana atlántica, cuál sería la ciudad beneficiada? Sin duda Oporto, por ser la más grande (cerca de 3 millones en la región urbana) la mejor conectada (aeropuerto internacional) y la de mayor tradición en comercio internacional. Ya ocurre ahora y pondré algunos ejemplos: tanto en Santiago como en Vigo se ve con desconfianza el crecimiento del aeropuerto portugués, también en Santiago desconfían de la amenaza que supone que cada vez más turistas lleguen desde Oporto, y que en los hoteles de la ciudad del Duero ofrezcan una excusión de un día para visitar Compostela. No faltan tampoco problemas en lo que concierne a la localización de las empresas, e incluso en la competencia entre los dos centros del polo ibérico del automóvil de PSA Vigo-Mengualde. En A Coruña las cosas se ven de otra manera: Oporto está a mayor distancia, y su aeropuerto es para nosotros más una oportunidad que un competidor. También la industria textil del Val do Ave constituye una opción estratégica para nuestra principal empresa: Inditex. Incluso la alianza de las terminales de cruceros de Coruña y Leixoes está aportando un valor estratégico a nuestra política de turismo marítimo. Por eso, aun admitiendo la oportunidad de constituir ejes metropolitanos policéntricos para ganar en masa crítica, hay que reconocer que cada ciudad debe adoptar una estrategia de posicionamiento diferente. Para Coruña Oporto es una oportunidad, para Vigo una amenaza. De ahí que cuando se desciende a la realidad las cosas son diferentes. Y para hablar hay que conocer esa realidad.
- d) También me pareció muy bien que en su entrevista reconociera que las rivalidades entre ciudades son inevitables. Lo sabe muy bien por lo que pasa en Euskadi, donde la rivalidad Bilbao-San Sebastián es proverbial, y donde ahora, desde que Vitoria es la capital política, entró también en el juego. Tal vez por eso, y por sentido común, afirmó que las rivalidades las hay en todas partes pero hay que saber superarlas y buscar alianzas basadas en complementariedades, tal como yo mismo escribía en el último artículo publicado en esta página, y que llevo repitiendo desde aquel primer trabajo que en 1067 titule: “Galicia red urbana y desarrollo regional. Todo eso está muy bien: Vigo, Santiago, Coruña y Oporto deben, según el mencionado comunicador político, superar las diferencias para reforzar un posicionamiento internacional conjunto para ser atractivos globalmente. Pero yo me pregunto. ¿Aceptarán las ciudades gallegas como Santiago o Vigo la integración con Oporto cuando hablemos de aeropuertos? ¿Cuándo hablemos de deslocalización industrial? Y cuando hablemos de muchas más cosas. Además ¿es viable crear un polo atlántico con un doble gobierno nacional? La teoría está muy bien, la realidad es otra cosa. Claro que como aquí se trata de construir discursos urbanos atractivos y acordes con las teorías políticamente correctas, lo que importa es la imagen que se quiere trasmitir, pues también aquí es frecuente que los comunicadores urbanos se muevan en el proceloso campo de la posverdad.
Y voy un poco más allá. Me sorprende, a tenor de sus declaraciones, la alienación de Aldekoa con el discurso globalizador clásico cuando Bilbao para su proyección exterior se basó solo en su propio potencial, en el Guggenheim principalmente, y en el mejor de los casos apareciendo como la metrópoli económica de Euzkadi. Lo que es indudable, tras este debate, es la necesidad de poner en marcha una doble estrategia en Galicia. Una relacionada con el sistema de ciudades y el papel que cada una debe desempeñar, y por otro lado la elaboración de un proyecto de ciudad pensado desde la perspectiva de la política exterior, porque nos movemos en un mundo cada vez más internacionalizado y hacia el debemos orientar los esfuerzos para atraer inversores, empleo , talento y visitantes. Pero para eso es necesario que todas las intuiciones metropolitanas, políticas, sociales y empresariales trabajen conjuntamente. Justo lo contrario de lo que ahora ocurre. En resumen un proyecto de Ciudad Metropolitana que vaya más allá del urbanismo y adopte una visión integral y una triple perspectiva: la local (supramunicipal), la regional (autonómica) y la internacional.
¿Es necesario ser una gran ciudad para competir? El valor de las Ciudades Medias.
Me centraré en esta última parte en un discurso contrario al anterior: el escenario de las ciudades individualizadas. Estamos en la Coruña, una ciudad que, como Oporto, como Bilbao, como Madrid, como Barcelona y como Valencia figuran en el grupo de las ciudades globalizadas económicamente según los informe de IESE-ONU, y una ciudad donde radica la sede de una empresa global con uno de los mayores nodos tics de España e incluso de Europa. También Santiago ha logrado situarse entre los destinos de turismo cultural-religioso como un producto global: el camino de Santiago; y finalmente, Vigo lidera todo el complejo de la industria pesquera siendo uno de los nodos globales en toda la cadena de valor. Y vistas así las cosas ¿qué ventajas ofrece a Vigo, a Santiago a Coruña presentarse en el exterior como una gran ciudad global única? Son, cada una ejemplos de que las ciudades por separado pueden posicionarse en el sistema internacional. Algo que yo siempre he defendido en mis estudios e investigaciones, sin obviar por ello que las megaciudades son hoy los centros estratégicos de la economía mundial y donde los jóvenes encuentran más oportunidades para desarrollar su talento creativo. Pero no todas las ciudades pueden ser megaciudades globales, ni tampoco esa es su aspiración, y sin embargo muchas ciudades medias pueden llegar a ser globales en alguno de los factores que definen su perfil de competitividad. La realidad actual nos da cada vez más la razón a quienes defendemos el modelo de la ciudad media frente a la gran ciudad por razones de calidad de vida, de habitabilidad, de escala humana y de balance ambiental. Y esas ciudades pueden ser competitivas por separado aunque no sean megaciudades globales, cuya contribución negativa a la aceleración del cambio climático no debe olvidarse. Y así se demuestra, como hemos visto, en el caso de las principales ciudades gallegas. Por eso, el discurso clásico de la globalización, en lo que a las ciudades concierne, debe ser puesto en revisión. Al menos yo así lo he visto siempre.
No somos pocos los que tenemos una actitud crítica con la globalización, y somos más aun los que pensamos que los movimientos sociales y políticos actuales van encaminados hacia una desglobalización, como reacción ante los efectos en los grupos humanos y en las estructuras sociales de la economía organizada en torno a un capitalismo globalizador.
Y para mayor abundancia ahí queda una anécdota: en estos últimos meses han estado en nuestra ciudad personajes tales como Mat Damon, Vargas Llosa o Jon Malkovich. Cada uno por diferentes motivos. Y eso es una muestra del tirón que está teniendo la ciudad. Si en vez de promocionar discursos desfasados se utilizaran los personajes que a menudo visitan la ciudad para promocionarla serían mucho mejores los resultados. Lo mismo se puede decir de películas rodadas en nuestras calles, de eventos culturales y deportivos de rango y proyección internacional y de figuras tan relevantes como Picasso a quien ni siquiera se le ha prestado atención alguna para convertir la casa museo en un referente. Es más la familia ofreció ubicar aquí el archivo de Picasso, pero, según parece, era muy caro y no se aceptó. No sé lo que pidieron, tampoco sé lo que se lleva gastado en seminarios, conferencias, debates y estudios. A lo mejor ayudaban un poco a pagar esa factura. ¿Se imaginan que todo quien quisiera estudiar la obra y vida de Picasso tiberina que venir a estar aquí? Un tesoro que no sabemos valorar. Deberíamos aprender de Málaga, en esto y en otras cosas, y dejarnos de discursos vacíos llenos de convencionalismos retóricos. A lo mejor, hasta el nombre de la ciudad aparecería en el título de la película sobre el joven Picasso que está a punto de estrenarse. Y estos son algunos ejemplos, porque la ciudad tiene muchos más referentes para utilizarlos con éxito para su proyección exterior sin tratar de imitar políticas de comunicación que están pensadas para otras realidades.
Además a ese patrimonio inmaterila, sumado a otros intangibles de la ciudad, hay que añadir el patrimonio material, cultural, medioambiental y social que junto a la identidad urbana hacen de A Coruña una magnifica ciudad que, con un poco de ambición y cooperación podría ser excepcional.
No me importa repetirme, pero viene a cuento comentar una anécdota. Hace poco tiempo un buen amigo mío, catedrático de la universidad de Deusto, y uno de los colaboradores en el proyecto de Bilbao, me decía paseando por La Marina mientras seguía mis explicaciones sobre Coruña: “Vosotros tenéis una joya, una ciudad excepcional, para nada os hace falta un Guggenheim, porque tenéis recursos sobrados para promocionaros internacionalmente”. Y no es que el valor arquitectónico y cultural del nuevo emblema bilbaíno no nos viniera bien, es simplemente que con lo que tenemos podemos promocionar a la ciudad con éxito a nivel internacional. Solo hace falta construir el discurso adecuado.
Y termino este apartado afirmando que, como se deprende de un informe que a continuación detallaré, las mejores ciudades del mundo son, en su mayoría, ciudades medias. Ese es su valor y esa puede ser neutra referencia.
¿Cuáles pueden ser nuestras ciudades de referencia? Un escenario urbano de calidad.
Todas las ciudades y particularmente sus gestores urbanos suelen buscar otras ciudades que puedan ser referentes para pensar cómo debería ser el futuro urbano. También entre nosotros. Por eso voy a copiar la relación de las diez mejores ciudades del mundo según la lista de Mercer, recientemente publicada, y que es resultado de la aplicación de unos criterios previamente establecidos. Ninguna de ellas es una megaciudad, ninguna de ellas necesita ser más grande para ser mejor, ninguna de ellas sigue el discurso globalizador. No lo necesitan, son ciudades con alta calidad de vida, con una calidad urbana envidiable, con una economía urbana competitiva y especializada, con una sociedad rica bien cohesionada y con una proyección internacional indudable. Una relación que habla por sí misma y nos puede hacer pensar. La relación va de menos a más, es decir la ciudad que ocupa el décimo lugar, en este caso Basilea, es la última de la lista y la que ocupa el primer lugar, Viena, es la ciudad mejor del mundo, en lo que coinciden casi todas las clasificaciones urbanas. De las diez, seis son ciudades centroeuropeas. Esas son nuestra referencia.
10.-Basilea (Suiza) – «Buenos colegios con orientación internacional»
Desde que entró en el ranking en 2018, Basilea se ha coloca en el top 10 de ciudades con mejor calidad de vida, de modo que ya son tres las urbes suizas que entran en ese rango. La consultora internacional destaca su «buena economía y entorno político y sociocultural». Además, Mercer ha valorado «el alto nivel de seguridad y un sistema escolar de calidad con formación de orientación internacional». Por último, destaca que ofrece «un mercado inmobiliario atractivo».
Población: 171.000 habitantes
Densidad: 7.200 habitantes/Km2
Clima: templado; entorno a los 2ºC de media en invierno (diciembre-febrero) y los 19ºC de media en verano (junio-agosto)
Economía: industria química y banca
Precio del metro cuadrado (compra): 9.638 € en el centro, 8.754,5 € en las afueras
Menú de McDonald’s: 13,34 €
9.-Ginebra (Suiza) – «Puede mejorar el transporte aéreo”.
La segunda ciudad con más población de Suiza ha vuelto a caer un puesto en el ranking internacional, en el que en 2010 se situaba en el podio para caer al octavo lugar desde 2011. La razón de que pierda puntos son, según cuenta Mercer, la menor oferta de conexiones de transporte aéreo que sus competidoras en el top 10 y unos servicios de ocio más restringidos. Aun así, Ginebra se sitúa entre las 10 ciudades con mejor calidad de vida por su seguridad, sus servicios públicos y de educación y su entorno político estable, además de un área económica con la máxima nota.
Población: 200.500
Densidad: 13.000 habitantes/Km2
Clima: oceánico, con temperaturas medias de 2ºC en invierno (diciembre-febrero) y 19ºC en verano (junio-agosto)
Economía: servicios, financiero y banca privada
Precio del metro cuadrado (compra): 11.360 € en el centro, 8.290 € en las afueras
Menú de McDonald’s: 12,46 €
8.- Copenhague (Dinamarca) – «Políticas ambientales y prioridad para los peatones y los ciclistas»
Copenhague ha intercambiado el puesto con Ginebra, que hasta ahora ocupaba el octavo lugar en el ranking de ciudades con mejor calidad de vida y ahora ha caído al noveno. Dentro del top 10, sin embargo, los desplazamientos hacia arriba o hacia abajo en el listado no implican grandes cambios en las ciudades. Si la capital danesa se encuentra ahí arriba es, además de su economía fuerte y de los servicios educativos y la seguridad, por sus políticas ambientales, los planes urbanísticos que dan prioridad a los ciclistas y los peatones, un notable servicio de transporte público y la creciente actividad en las calles, con especial foco en generar comunidad, la cultura y la gastronomía.
Población: 1,6 millones
Densidad: 2.700 habitantes/Km2
Clima: oceánico, con una temperatura media en el día de 2ºC en invierno (diciembre-febrero) y de 17ºC en verano (junio-agosto)
Economía: sector servicios, financiero y turismo
Precio del metro cuadrado (compra): 6.323 € en el centro, 4.107 € en las afueras
Menú de McDonald’s: 10.05 €
7 Fráncfort (Alemania) – «Suman puntos su aeropuerto internacional, y que es el centro financiero de Alemania»
Todas las ciudades alemanas puntúan bastante alto en lo que se refiere al entorno económico, social y cultural. De hecho, tres de ellas se han colocado en el top 10 (Fráncfort, Múnich y Düsseldorf). El mercado inmobiliario ofrece buenas oportunidades en todas ellas, que además cuentan con un buen sistema sanitario, aeropuertos internacionales y colegios también de carácter internacional. En el caso de Fráncfort, los puntos fuertes son sin duda el aeropuerto internacional, que ofrece conexiones con todo el mundo, y su entorno económico, muy potente por ser el centro financiero de Alemania.
En el plato negativo de la balanza, se suele decir que es la ciudad con más criminalidad del país, hasta el punto de que se la ha llegado a llamar «la capital del crimen». Pero se trata de una tasa que se calcula sobre la población del núcleo urbano y no de toda la municipalidad (aquí asciende a 2,5 millones de habitantes), y no cuenta con los 53 millones de viajeros que pasan cada año por la ciudad.
Población: 746.878 habitantes
Densidad: 3.000 habitantes/Km2
Clima: oceánico templado, con una temperatura media de 2,2ºC en invierno (diciembre-febrero) y de 20ºC en verano (junio-agosto)
Economía: financiero (es el centro financiero de Alemania) y aviación (Lufthansa, Condor…)
Precio del metro cuadrado (compra): 6.900 € en el centro, 4.213 € en las afueras
Menú de McDonald’s: 8 €
6.-Düsseldorf (Alemania) – «Vivienda sostenible y posibilidades laborales»
Düsseldorf no es solo uno de los motores de la economía en Alemania, con grandes empresas de telecomunicaciones locales y multinacionales operando en la ciudad y las mayores agencias de publicidad. Según el informe que el alcalde, Thomas Geisel, extendió a la consultora estadounidense Mercer, «el crecimiento se está basando en una economía socialmente sostenible, lo que incluye vivienda accesible, perspectivas laborales atractivas, mejores infraestructuras, y una buena calidad de vida». Así describe su ciudad: «Un centro de negocios fuerte e innovador y al mismo tiempo un lugar cosmopolita, amigable, cómodo, que con el tiempo será aún más internacional y atractiva para el talento de todo el mundo, algo que será apoyado con un amplio consenso político», promete.
Población: 617.280
Densidad: 2.800 habitantes/Km2
Clima: oceánico, con una temperatura media de 4ºC en invierno (diciembre-febrero) y de 19ºC en verano (junio-agosto)
Economía: telecomunicaciones (Vodafone, Huawei, Ericsson, Nokia…), publicidad (Publicis, BBDO), medios de comunicación y cinematográficas (Reich-Group)
Precio del metro cuadrado (compra): 6.600 € en el centro, 3.900 € en las afueras
Menú de McDonald’s: 7 €
5.-Auckland (Nueva Zelanda) – «Entorno natural envidiable y clima subtropical»
«El entorno natural de Nueva Zelanda y su clima subtropical», señala Martin Lewington, CEO de Mercer en el país, son dos de los grandes atractivos para las empresas extranjeras que ubican su sede en la ciudad. «En el ranking puntúan también alto la estabilidad política y social, y unos servicios médicos de alta calidad».
Población: 1,6 millones
Densidad: 1.500 habitantes/Km2
Clima: subtropical, con una temperatura media de 11ºC en invierno (junio-agosto) y de 19ºC en verano (diciembre-febrero)
Economía: sector manufacturero, comercio al por menor, servicios
Precio del metro cuadrado (compra): 5.994 € en el centro, 4.960 € en las afueras
Menú de McDonald’s: 7,30 €
4.-Múnich (Alemania) – «Hay más ocio: aquí se celebra el Oktoberfest»
La ciudad alemana donde mejor se vive es Múnich, en un tercer puesto compartido con Auckland y Vancouver, y la razón no es que tenga la tasa de desempleo más baja de Alemania (3% en 2014) o que sea el centro económico del sur de Alemana. La razón es el ocio. Lo dice Juliane Gruethner, experta en movilidad de Mercer Alemania. En el sur de la región de Bavaria tiene una escena cultural fuerte y con un mayor foco por la comunidad que otras ciudades con movimiento como Berlín. Además, aquí se celebra el Oktoberfest».
Población: 1.456.000
Densidad: 4.700 habitantes/Km2
Clima: oceánico, con una temperatura media de 1ºC en invierno (diciembre-febrero) y 18ºC en verano (junio-agosto)
Economía: sector primario (fábricas) en telecomunicaciones (Siemens AG), vehículos (BMW); seguros (Allianz) y medios de comunicación (la ciudad con más actividad editorial de Europa)
Precio del metro cuadrado (compra): 10.068 € en el centro, 6.995 € en las afueras
Menú de McDonald’s: 8 €
3.-Vancouver (Canadá) – «Mar y montaña; vida saludable e innovación»
Con un importante foco en un estilo de vida saludable, Vancouver no solo es la sede de compañías del sector del bienestar como Lululemon, Montain Equipment Co-op o Kit and Ace: los jardines de la ciudad —Stanley Park, Queen Elizabeth Par o vanDusen Botanical Garden—, así como el entorno natural —montañas, océano y bosque— atraen a millones de visitantes cada año.
«La importante presencia de las ciudades canadienses en el listado pone de manifiesto que la calidad de vida es una materia relevante para el país norteamericano», explicaba Gordon Frost, socio de Mercer Canadá, «no solo para quienes viven aquí, también para atraer a corporaciones multinacionales y a sus empleados». Compartir visión con otras compañías innovadoras es un valor para estas y para quienes trabajan en ellas».
Población: 631.500
Densidad: 5.493 habitantes/Km2
Clima: oceánico de veranos secos, con el invierno más templado de Canadá (en torno a los 4ºC de media entre diciembre y febrero) y unos 18ºC en verano
Economía: minería, industria maderera y producción cinematográfica
Precio del metro cuadrado (compra): 7.680 € en el centro, 5.753 € en las afueras
Menú de McDonald’s: 6,59 €
2.-Zúrich (Suiza) – «Separan las zonas urbanas de las de ocio»
Seguridad laboral, mercado inmobiliario atractivo, ocio, educación y seguridad son los principales puntos fuertes de una ciudad que lleva desde 2010 monopolizando el segundo puesto del ranking de Mercer. La planificación urbanística está enfocada en separar las zonas urbanas de las de ocio y en la protección de las reservas naturales. A la inversión en un sistema educativo de altísima calidad, sello internacionalmente reconocido en las ciudades suizas, se une la presencia de dos universidades de prestigio, la Universidad de Zúrich y el Swiss Federal Institute of Technology.
Población: 400.000
Densidad: 4.700 habitantes/Km2
Clima: oceánico húmedo, con una temperatura media de 1ºC en invierno (diciembre-febrero) y de 18ºC en verano (junio-agosto)
Economía: sector financiero
Precio del metro cuadrado (compra): 11.496 € en el centro, 7.286 € en las afueras
Menú de McDonald’s: 12,46 €
1.-Viena (Austria, 1) – «Ciudad ‘smart’ y cultural»
Aunque los principales motores de la economía vienesa son los negocios y los servicios científicos y tecnológicos, la producción vinícola en los alrededores de la ciudad tiene un importante valor sociocultural para la capital austríaca. No solo ha ocupado de forma imbatible el primer puesto del ranking de ciudades con mejor calidad de vida de Mercer desde 2010, también el programa UN-Habitat de Naciones Unidas la calificó como el núcleo urbano más próspero del mundo en 2013. Además de su conocida actividad cultural (basta mencionar el Concierto de Año Nuevo que se celebra cada 1 de enero en la Ópera de Viena), el ayuntamiento puso en marcha un programa para convertir a la ciudad en una Smart City en 2050, con el objetivo de reducir la huella de carbono de 3,1 toneladas a 1 tonelada per cápita.
«Las ciudades que puntúan en el top 10», explican desde Mercer, «tienen una nota de 9 o 10 sobre 10 en todas las categorías analizadas: entorno político y social, entorno económico, entorno socio cultural, servicios médicos y de salud, servicios públicos y transporte, ocio, productos de consumo y vivienda.
Población: 1,9 millones
Densidad: 4.300 habitantes/Km2
Clima: oceánico húmedo, con una temperatura media de 2ºC en invierno (diciembre-febrero) y de 21ºC en verano (junio-agosto)
Economía: sector servicios, industria y comercio
Precio del metro cuadrado (compra): 6.152 € en el centro, 3.768 € en las afueras
Menú de McDonald’s: 7 €
Conclusión. La Coruña del futuro: una ciudad de calidad
La lectura de esta relación que incluye las diez mejores ciudades del mundo, es suficiente para que comprendamos varias cosas.
1.- Que la Coruña es ya una ciudad de calidad destacada, pero le falta ese impulso que podría situarla en el nivel de la excelencia.
2.-Tenemos todas las condiciones para construir un gran proyecto de Ciudad Metropolitana. Solo falta el proyecto y la mentalidad innovadora.
3.-La ciudad está bien encaminada, solo necesita priorizar objetivos y abrirse al exterior para ver cuál puede ser el futuro.
4.-Tenemos lo más difícil, y por eso podemos aspirar a estar entre las mejores ciudades.
Y para eso no tenemos que mirarnos en ninguna otra ciudad del entorno, ni tenemos que competir o rivalizar con ellas, ni tenemos porque renunciar a nuestra individualidad, al contrario.
También podemos darnos cuenta que la defensa de un aeropuerto bien conectado, de una educación de calidad, de una oferta inmobiliaria atractiva, de una cultura internacional, de un entorno seguro y limpio, de una política medioambiental y de movilidad sostenible, de una oferta turística y de ocio atractiva, y de una Smart city son objetivos de valor para llegar a ser mejores. Dejémonos de localismos atávicos, como a veces se nos achaca; dejémonos de planteamientos trasnochados que sobrevaloran el tamaño, el número de habitantes, el tamaño en general; dejémonos de comparaciones innecesarias. Lo que importa es saber lo que tenemos, que es mucho, y pensar lo que queremos. Que también debe serlo.
Pero hay un problema. Un proyecto como este no se construye en cuatro años. Hace falta crear un ente que piense y trabaje a medio y largo plazo y que esté libre de los debates políticos habituales. Nosotros podemos. Y de hecho este era uno de los objetivos de la Asociación Metropolitana Coruña 3.0: crear un soporte de conocimiento para promover un desarrollo metropolitano basado en la calidad, la innovación y la internacionalización. Algo hemos podido hacer. Pero no es mucho ante lo que deberíamos haber hecho. Claro que solos no podemos, aunque la base del conocimiento esta ya bien consolidada. Y los debates del Foro Metropolitano han contribuido a ello de manera notable. Por eso nuestro propósito sigue en pie.