Pocas obras han tenido tanta trascendencia para la ciudad como la construcción del puerto exterior, tampoco ninguna ha generado tanto debate ni posiciones contrapuestas, y también ninguna ha tenido la complejidad constructiva como el dique de punta Langosteira. Una gran obra que debe ser analizada con perspectiva: Si no hace mucho se consideró como la causa de una situación de quiebra técnica de la autoridad portuaria a causa de algunos errores cometidos. Ahora se presenta como una gran oportunidad para la implantación de un nuevo polo logístico e industrial en la ciudad. El cambio de modelo energético, más bien la descarbonización, fue la primera manifestación de que las previsiones de tráfico estaban empezando a caer, sin embargo, con la misma rapidez, el cambio de modelo energético y la apuesta por la economía sostenible emprendida por la propia Unión Europea y seguida por el Gobierno Central, abrió la posibilidad de acudir a la convocatoria de los Fondos de Reconstrucción tras los devastadores efectos de la pandemia. Una ágil y ambiciosa respuesta puso el puerto exterior coruñés como un gran espacio de oportunidades. Hablo del proyecto Green Port.
Si las expectativas y los proyectos se cumplen, en pocos años el puerto de Langosteira plasmará aquella idea inicial según la cual iba a convertirse en el motor industrial de la ciudad del futuro. Me parece que este es un momento oportuno para una mirada atrás y poner en valor los impulsos que hicieron posible que esta realidad. Mucho más si le proyecto Green Port llega a realizarse tal como esta planteado, porque entonces todos nos daremos cuenta de que de no existir este puerto la ciudad se hubiera quedado fuera de esa gran oportunidad que la reconstrucción industrial y económica necesitan. Una vez más se constata que el valor de los proyectos de desarrollo solo se percibe cuando transcurren una serie de años, que generalmente se estiman entre quince y veinte. De momento solo llevamos 17.
ESTOS FUERON LOS ANTECEDENTES Y ESTAS SON LAS OPORTUNIDADES.
Por eso voy a recordar, antes que nada, los tres hitos que marcaron el pasado y prepararon el presente.
1.-. El movimiento de la idea, que tuvo que ver con las grandes catástrofes ambientales acaecidas. Con el Urquijo, la surgieron las primeras propuestas, con el Mar Egeo se vieron más necesaria, y recuerdo que yo mismo publique un artículo en la prensa local. Hubo muchos que rechazaron esa opción, pero la realidad nos ha dado la razón a quienes la defendimos desde el principio.
2.-La determinación política de Francisco Vázquez para que se aprobara la construcción de un puerto de refugio, sin el cual nada de esto hubiera sido posible. El caso Prestige dio fuerza la idea. La Unión Europea había abierto esa oportunidad, pero hizo falta forzar al gobierno español para que lo incluyera en la agenda de grandes inversiones, tras un consejo de ministros en el Ayuntamiento coruñés. De hecho, fue la Unión Europa quien aportó la financiación del puerto exterior como puerto de refugio. Afortunadamente desde entonces no ocurrieron mas desgracias, pero el puerto de refugio acogió un número importante de barcos con problemas que evitando situaciones ambientales no deseadas.
3.- Con la creación del nuevo puerto surgió simultáneamente la posibilidad de una nueva fachada marítima. Primero se presentó una anacrónica propuesta urbanística de mano del arquitecto Ricardo Boffil que suscitó una divertida acción de rechazo por parte del colectivo de arquitectos locales. Después se llamó al urbanista catalán Joan Busquets, considerado actualmente el mejor urbanista mundial en reformas portuarias. Presentó una primera propuesta adaptada a las exigencias de un convenio inadecuado, y recientemente un nuevo boceto para su conversión en espacio público. De hecho, muchas de las ideas que ahora se proponen en un estudio realizado por la UDC ya estaban incluidas en su primera propuesta que a modo de proyectos especiales de reforma se adjuntaron al PGOU en su primera versión. Otras coinciden con las que el segundo boceto de Busquets contenía. Eso es una constatación evidente de su carácter innovador. Contar con él fue, y es, una garantía de futuro para todo lo que se quiera hacer. Y todavía queda otra oportunidad: la recuperación del trazado del oleoducto y la eliminación del riesgo ambiental a su paso por los barrios de la ciudad.
4.- Pasando de las ideas a las realizaciones, debemos destacar también, el talento ingenieril necesario para construir Punta Langosteira. Fue una gran obra de ingeniería marítima valorada internacionalmente, no tanto por sus dimensiones sino más bien por las características del emplazamiento. No olvidemos que en su construcción surgió una patente que llevó el nombre del puerto a los ámbitos profesionales de todo el mundo. Una constatación de la capacidad de gestión de la Autoridad Portuaria para problemas complejos.
5.-La gran infraestructura que tras una prolongada situación de incertidumbre (tren, deuda etc.) y una cierta incapacidad para atraer nuevos tráficos, es ahora una de las principales oportunidades de futuro, haciendo que lo que hace unos meses era una amenaza, por problemas de gestión y pro el efecto de las crisis sucesivas, se haya convertido en esa gran oportunidad: eL Green Port. Es más, los cambios que están planteándose y que afectan al tráfico de megacontendores, a los megabuques de carga, a los megacruceros y a la terminación del nuevo Canal de Nicaragua, auguran nuevas oportunidades para el puerto coruñés y para la economía metropolitana.
UN GRAVE ERROR DE CÁLCULO: EL FIASCO DEL ENLACE FERROVIARIO.
Parce lógico que la conexión ferroviaria de un puerto se incluya entre las primeras actuaciones a llevar a cabo, pero en esta ocasión no ha sido así. Desde el principio estaba pensado que la conexión ferroviaria estaría resuelta antes de terminar el nuevo puerto, lo cual daría margen para urbanizar parte de los muelles de San Diego y especialmente el espacio que ocupa la estación de mercancías, que tendría nuevo acomodo en las proximidades de Vio, y con parte de los ingresos obtenidos se financiarían las obras del enlace ferroviario. Pero las cosas no sucedieran así. Al final todo terminó en un retraso injustificable.
Este enorme retraso supuso que ni Repsol pudiera hacer el traslado completo, ni tampoco la estación de mercancías, ni la Autoridad Portuaria pudo disponer de financiación para pagar la deuda contraída, ni para cometer la reurbanización de los muelles, no otras empresas pudieran completar el traslado iniciado, llegando a situaciones tan inexplicables como la doble ubicación de sus naves de almacenaje, y otras consecuencias derivadas. Entre ellas la imposibilidad de atraer nuevos operadores porque un puerto sin acceso ferroviario no es nunca viable. La verdad es que, siendo una operación de tanta transcendencia, y con un coste relativamente bajo en relación con el total de la obra, no es fácil comprender la gestión realizada. No sé a quién o a quienes corresponden las causas del retraso, pero lo que resulta evidente es que este fue el mayor error de cálculo.
Afortunadamente la nueva etapa de dialogo institucional protagonizada tanto por el nuevo presidente del puerto como por la alcaldesa de la ciudad facilitó que por primera vez se sentaran en la mesa del Concello representantes de todas las administraciones implicadas, el mismo tiempo que Núñez Feijoo negociaba con el ministro correspondiente la búsqueda de una fórmula para deshacer el entuerto. Tanto es así que el propio director general de puertos del Estado afirmó tras la primera reunión que parecía mentira que se pudiera llegar a una situación como esta que comprometía la viabilidad de todo el sistema portuario.
Ya antes la Xunta lo había incluido en el Corredor Atlántico de Mercancías apoyado por todas las instituciones de las regiones del Noroeste de España, cuya determinación le abrió un nuevo camino: la presentación del enlace como proyecto prioritario a los fondos europeos de reconstrucción. Su inclusión inició otro proceso de cambio: muchas empresas mostraron su interés por instalarse en el puerto exterior llevados de la mano por las autoridades gestoras.
Todo este proceso es una demostración de la importancia que tiene el diálogo y la cooperación política para obtener resultados positivos, y de las nefastas consecuencias de la confrontación permanente, como la que antes existía entre la autoridad portuaria y el gobierno local. Pero hoy todo eso ya es pasado.
EL PUERTO EXTERIOR: UNA AMENAZA CONVERTIDA EN UNA SUMA DE OPORTUNIDADES ESTRATÉGICAS.
Resumiendo todo lo anterior, podemos afirmar que la construcción del puerto exterior nos ha aportado tres grandes oportunidades. La primera, y esa fue la razón principal, dar una solución a los graves problemas ambientales y de seguridad provocados por continuas catástrofes marítimas, construyendo un puerto refugio para la costa gallega. La segunda, permitir la renovación del puerto interior y de la nueva fachada marítima, que es el mayor proyecto de la historia de la ciudad, y que si todo va bien, dentro de 2 o 3 años podremos ver iniciar. Y, la tercera oportunidad, el traslado de las actividades peligrosas del centro urbano, y a la vez la creación de un gran puerto capaz de atraer nuevos tráficos y nuevas inversiones. Para eso, al dique inicial se le fueron añadiendo obras complementarias para aumentar la línea de atraque y la superficie de tierra, lo que constituye un importante factor de competitividad para captar nuevas operadoras marítimas. Fue una gran obra y un revulsivo para una ciudad que siempre supo encontrar en el puerto su principal motor transformador y su propia identidad histórica.
No está de más recalcar estas cosas, porque a menudo se escuchan voces que cuestionan la inversión, unas veces por afectaciones ambientales al litoral de Arteixo, otras porque el tráfico portuario actual no lo justifica, y las más porque habiendo ya un puerto exterior en Ferrol no hacía falta este. Sin olvidar que la idea del muelle de Caneliñas fue posterior al de Langosteira y que estaba destinado a otro fin que el actual. Lo importante es no debe olvidar cuales fueron las razones para poner en marcha un proyecto de tal envergadura. Estamos ante una de las obras de ingeniería marítima más importantes de Europa. A pesar de los retrasos, su ejecución no excedió mucho de otras semejantes situadas en costas abrigadas, como es el caso del puerto exterior de Singapur, considerada la ciudad más rica del mundo, en fase de culminación tras 12 años de obras.
También su construcción ha estado asociada a un cambio espacial de la actividad económica, reforzando un incipiente eje industrial Coruña-Arteixo, que en un momento llevó a plantearse la anexión de los dos municipios pero que una mal entendida política local, impidió acometer. Ahora ese eje se prolonga hasta Carballo y que trajo importantes inversiones en infraestructuras y en suelo empresarial con importante implantación de actividades. De hecho, todas las gestoras de los polígonos, en fase de ampliación, aluden a la proximidad del puerto exterior como valor añadido para atraer nuevas empresas. Tanto que todas las visitas comerciales al puerto exterior han alabado la ventaja de contar con tanto suelo empresarial disponle en el entorno del puerto (Vio, Morás, Laracha, Carballo). En este sentido el puerto ha permitido ya crear una importante plataforma logística y empresarial que abre posibilidades de futuro a la ciudad y a toda el área metropolitana. Y esperamos que esto solo sea el principio. De hecho, muy pocas ciudades intermedias, como es A Coruña, pueden disponen de una oferta infraestructural como esta.
EL PROYECTO GREEN PORT.
Para explicar en que consiste este proyecto, reproduzco algunos párrafos de una publicación de la Propia Autoridad Portuaria en una revista especializada. Dice asi:
“ La Autoridad Portuaria de A Coruña se encamina a dar un importante paso en la estrategia de transformación de su actividad de cara a la transición ecológica con el proyecto A Coruña Green Port, que tiene entre sus objetivos servir como catalizador de la innovación energética del sector industrial de su entorno, mediante el uso de energías renovables y con cero emisiones a la atmósfera, y la creación de un polo industrial energético y marino.
Este proyecto se enmarca en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia impulsado por el Gobierno de España, en el ámbito de energías renovables e innovación. A Coruña Green Port aglutina propuestas empresariales, promovidas tanto por destacados operadores del puerto de A Coruña como por grandes multinacionales que aún no tienen presencia directa en el puerto y grandes, medianas y pequeñas empresas del ámbito industrial de Galicia, con la Autoridad Portuaria como eje aglutinador y tractor en el objetivo de optar a los fondos europeos Next Generation. Está coordinado asimismo con la Vicepresidencia segunda e Consellería de Economía, Empresa e Innovación de la Xunta de Galicia, que ha trasladado su apoyo al proyecto.
La Autoridad Portuaria ya ha enviado la memoria del proyecto a los ministerios de Transición Ecológica y de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. En el documento se concentran todas las propuestas de las industrias que se han sumado a esta iniciativa, con el doble objetivo de avanzar en la transformación de la actividad portuaria en el actual marco de descarbonización de la industria, y de apoyar al sector empresarial del entorno ante la oportunidad que se abre con el programa de fondos europeos, para trabajar en un horizonte de crecimiento común bajo la bandera del desarrollo sostenible.
Tal como apunta el presidente de la Autoridad Portuaria, Martín Fernández Prado, el hecho de que grandes empresas se integren en este proyecto global no solo supone una ventaja a la hora de simplificar procesos administrativos y facilitar la tramitación de las propuestas de las empresas implicará que el Puerto de A Coruña actúe “como un hub de desarrollo y conocimiento, impulsando la transición ecológica y el desarrollo industrial de su entorno y actuando como un elemento facilitador e integrador”. Se potencia así “la dinamización de la transición ecológica, de la actividad industrial y la innovación, con gran efecto tractor a las pequeñas y medianas empresas y la I+D+i local”.
Tal como se recuerda en el proyecto A Coruña Green Port, la ubicación del puerto exterior es privilegiada para promocionar el despliegue y el desarrollo de energías renovables, favoreciendo la digitalización y la modernización tanto de las actividades que se desarrollan en el recinto como en toda el área metropolitana. Además, los recursos naturales de su entorno y su propia posición en Europa, a las puertas de las principales rutas de navegación, suponen un atractivo añadido para el desarrollo de un hub estratégico, con acciones orientadas a la transformación del transporte de mercancías y la mejora de terminales logísticas intermodales sostenibles y de alta eficiencia. Para las nuevas implantaciones que se dediquen a estas actuaciones se proveerá de espacio disponible en el recinto del Puerto Exterior, que podrá alcanzar un millón de metros cuadrados.
EJES PRINCIPALES DEL PROYECTO A CORUÑA GREEN PORT:
● Proyectos de digitalización y modernización de las actividades ubicadas en el puerto con el objetivo de lograr una mayor sostenibilidad de las actividades.
● Desarrollo de sistemas de almacenamiento de energía y autoabastecimiento del puerto a través de energías verdes y limpias.
● Desarrollo de la cadena de valor del hidrógeno verde y su integración en la actividad industrial y logística (buques, camiones, vehículos auxiliares, grúas, almacenes, carretillas, etc.).
● Transformación y descarbonización de la actividad industrial y producción de biocombustibles.
● Desarrollo, fabricación y despliegue de energías renovables eólicas marinas a nivel industrial para su exportación, principalmente al norte de Europa, y desarrollo de prototipos experimentales”
TRES CONCLUSIONES DERIVADAS:
La lectura de estos párrafos pone en evidencia tres cosas:
a). La primera es que cuando la transición energética hacia una economía verde aparecía como una grave amenaza para el futuro del tráfico portuario (recuérdese Meirama y la amenaza sobre la refinería) , la presentación de este proyecto, en el que participan las mayores empresas españolas, y con el que se pueden crear cientos de empleos , el puerto exterior emerge como un valor de oportunidades. Y no solo estamos hablando del futuro del puerto sino también de un importante impulso a la economía urbana y a la reindustrialización del área metropolitana. Evidentemente sin esta gran infraestructura esta oportunidad no hubiera existido.
b) Este proyecto, constituye una buena lección para quienes, con la mirada a corto plazo, solo valoran las inversiones en grandes infraestructuras desde el presente, olvidándose que son plataformas para proyectarse al futuro. En este caso es evidente, pero también es aplicable a la construcción y diseño de un proyecto de ciudad. Hoy La Coruña es menos competitiva de lo que pudiera ser por la falta de ese proyecto con perspectiva de futuro que la ciudad reclama. Podía aprenderse de la experiencia del puerto para seguir el mismo camino. Es una cuestión de perspectiva, es consecuencia de tener o no tener la visión de ciudad adecuada. DE momento ninguno de los estudios presentados la tiene. Tampoco el enfoque de la gestión de los ayuntamientos implicados tiene un factor estructurante conjunto. Nos queda un largo camino, pero al menos ya hay una puerta abierta.
c) La tercera conclusión es que cuando hay un proyecto atractivo y competitivo como el del Green Port las grandes empresas se asocian al mismo, demostrando- así lo espero- que una vez más la cooperación público-privada se convierta en una poderosa palanca para el desarrollo económico sostenible de la ciudad y su área metropolitana. Sin proyecto las inversiones tardan en llegar o no llegan, Y eso se puede aplicar también a las ciudades. Como ejemplo baste mirar para Málaga, hoy por hoy la ciudad española mas atractiva para el capital internacional después de Madrid, el principal foco receptor, y de Bracelona en fase de declive, al igual que Bilbao que se ha quedado fuera del mercado más competitivo más allá del mantenimiento de algunas sedes sociales a efectos fiscales. Y para demostración ahí van algunos datos: en Málaga están en proyecto una gran universidad privada internacional, un gran complejo turístico urbano en los muebles, y dos grandes empresas: Google y Vodafone están empezando a construir sus nuevas sedes en el Málaga Valley, el principal parque tecnológico español. Pero Málaga empezó a hacer el proyecto de ciudad hace casi 20 años y desde entonces fue cubriendo etapas a medida que las oportunidades se lo permitían. Todo eso se traduce en empleo, principalmente de calidad; es riqueza y bienestar para la población, y es progreso para la ciudad. Pero Málaga tenía un proyecto de amplio espectro, ambicioso, internacional y abierto a la innovación. Aquí tenemos algunas piezas valiosas (Inditex, el puerto, otras empresas, capital humano y patrimonial etc ) , pero la ciudad adolece de proyecto y de perspectiva. El Green Port es el primer proyecto en perspectiva desde que Paco Vázquez proyectó su Ciudad de Servicios.