¿Qué están haciendo las ciudades para salir de la crisis?

¿QUE ESTÁN HACIENDO LAS CIUDADES PARA SALIR DE LA CRISIS?

DEBATE VIRTUAL: DESPUÉS DE LA PESADILLA VIENE LA ILUSIÓN: UNA NUEVA CORUÑA SE DEJA VER.

¿Cómo afecta el COVID-19 a la economía urbana? ¿Qué medidas están adoptando las ciudades para mitigar los efectos que está provocando? ¿Cómo puede hacer La Coruña?

Estas son las preguntas que todos nos hacemos pensando en la salida de la crisis. Y estas son algunas ideas tomadas de experiencias de otras ciudades

La crisis sanitaria provocada por el COVID-19 ya se ha transformado en una crisis económica y del mercado laboral, y aunque afecta a todos los territorios los puntos más vulnerables son las ciudades. ¿Por qué?  En primer lugar, las grandes ciudades se han constituido como incubadoras de la epidemia con focos de contagio más rápidos, como ocurre en Madrid y Barcelona en España, o Nueva York en Estados Unidos.  Y también la recuperación sanitaria es más compleja en las mayores ciudades, por dos razones principalmente: la aglomeración y la conectividad. En épocas normales estas dos variables constituyen parte esencial de la fortaleza y la competitividad de las ciudades, pero en la pandemia lo que antes eran fortalezas ahora son debilidades. En todo caso, una lección debemos aprender. Si ya antes las ciudades intermedias ofrecían una mayor ventaja comparativa por su calidad de vida, ahora que posiblemente tendremos que acostumbrarnos por un largo tiempo a convivir con las pandemias, presentan mayor resistencia al riesgo de contagio. Las ciudades medias son por eso mejores para vivir y mejores para resistir.

Anticipar el funcionamiento normal del comercio local y los servicios.

Desde el punto de vista económico, se presenta como primer objetivo la recuperación del mercado interno. Desde el punto de vista de la demanda interna, la recuperación de las ciudades vendrá marcada por su capacidad para reactivar la oferta comercial y de servicios y por la recuperación, al menos en parte, del consumo. De ahí que, además de programas de asistencia a los autónomos, sean esenciales programas de dinamización local pensados para estimular la demanda interna principiante, aunque también la externa en la medida de lo posible .En efecto, cafeterías, restaurantes, mercados y comercios, hoteles, centros comerciales, museos, eventos deportivos, congresos, centros educativos…necesitan apoyos para su mantenimiento, tal como ya se está haciendo en la mayoría de los municipios urbanos. Pero esto no se puede mantener durante mucho tiempo. Un estrategia basada solamente en apoyos financieros públicos para mantener o recuperar la liquidez perdida no son más que un parche coyuntural. Hay que volver a la actividad normal, principalmente favoreciendo a los autónomos.

Tal como hoy se plantea el tema todo está dominado por el temor al contagio, pero no podemos pensar en empezar a abrir los establecimientos a que el riesgo desparezca, porque eso no va a ocurrir, al menos en su totalidad. ¿ Y si tras el verano  hay un rebrote en otoño? ¿Qué hacemos? Hemos de acostumbrarnos a convivir con el riego. Por eso ya habría que estar pensando en los protocolos que cada rama de actividad debe aplicar para abrir los establecimientos, para que todo funcione con normalidad cuanto antes. Un ejemplo. Tal como están ahora las cosas, el aumento del consumo que traerá la vuelta al trabajo tendrá que satisfacerse con las grandes plataformas de venta on-line, principalmente las multinacionales, evitando que una buena parte pudiera quedarse en los pequeños empresarios locales.  ;mantener esta situación no es lo mejor.

Promocionar la ciudad es ahora más importante.

Es necesario también anticipar medidas para estimular la recuperación de los compradores y visitantes de fuera que en una ciudad de servicios, como es el caso de La Coruña, resulta fundamental, porque el tamaño de la oferta local esta dimensionada para una extensa área de mercado y no solo para el consumo interno. Y si hablamos del turismo todavía más. Mirando ahora hacia el exterior,   las ciudades son un punto clave de las redes internacionales y actúan como un imán para la inversión. También son clave en el comercio internacional y en el desarrollo de redes de trabajo y profesionales internacionales. Las restricciones de movilidad que está provocando la crisis y su previsible salida escalonada tendrán consecuencias en esta dimensión. El papel de los aeropuertos y las conexiones internacionales vuelve a ser decisivo y a lo mejor hay que repensar los estímulos financieros a los mayoristas. Siempre que la ciudad esté prepara para una convivencia saludable, libre de contagios no debería haber inconveniente en volver a ser un centro de atracción. Es más, en el caso de La Coruña, la calidad ambiental, la sostenibilidad, la alimentación saludable, y la posibilidad de múltiples actividades al aire libre pueden ser una buena ventaja, incluyendo el uso de playas poco frecuentadas de los alrededores, donde las medidas de distanciamiento no son problema alguno. Es ya la hora de repensar la nueva normalidad.

Lo que están haciendo en otras ciudades del mundo

Ante esta situación, muchas ciudades ya se han puesto a trabajar preparando paquetes de medidas que mitiguen el efecto de la crisis. En Bilbao, dentro del programa Bilbao Next Lab se ha puesto en marcha un estudio para conocer qué acciones y políticas están llevando a cabo otras ciudades. El análisis muestra algunas medidas que se están definiendo para las dos fases de la crisis: la actual de recuperación y la de salida. Entresaqué algunas y fui añadiendo ideas pensando en La Coruña y su área metropolitana como espacio común de oportunidad. Son estas:

a) Una acción de resistencia: los programas de apoyo a autónomos.

Según dice el informe citado, “los gobiernos locales, inmersos en una fase de resistencia, están, sobre todo, tratando de canalizar las medidas generales impulsadas desde los gobiernos nacionales, regionales y provinciales. En todas las ciudades se están tomando medidas para el retraso o exención de tasas municipales, o el apoyo específico a la hostelería, la restauración, la actividad cultural y de ocio, cuyo papel es central en la economía urbana”.

En todos los casos analizados el grueso de las ayudas económicas proceden de otras administraciones, y algunas ciudades por su función de cercanía, “trabajan para su adecuada distribución mediante servicios de ventanilla única para empresas, autónomos y ciudadanía en general”. Aquí entran también las múltiples medidas de encaminadas a mantener la liquidez, rebajar la fiscalidad, aplazar o reducir las cargas y tasas municipales anteriormente mencionadas.

b) reforzar la política exterior de cooperación institucional.

La crisis ha resituado políticamente a las ciudades, visibilizando el hecho de que, aunque cada vez sean más importantes en el mapa económico, internamente siguen dependiendo de otras administraciones territoriales más amplias. Su adecuada inclusión en sus planes de inversión pública es clave para su desarrollo. Siempre lo fue, pero es ahora más importante que nunca porque tampoco esas administraciones tendrán la misma capacidad de inversión, de ahí la importancia de la política exterior de los gobiernos locales. Y esto afecta a varios tipos de acciones:

  1. En primer lugar, los gobiernos de las ciudades trabajan para establecer programas de cooperación con las administraciones de rango superior, para que estas, además de las medidas de aplicación general, aporten ventajas o efectúen inversiones que ayuden a la recuperación de las pequeñas y medianas empresas locales que lo necesiten, y para poner en marcha las medidas y las políticas inversoras que puedan activar el empleo y la competitividad de la ciudad. Por ello es una buena estrategia diseñar un proyecto ambicioso de reactivación a partir de las necesidades locales surgidas de la crisis, articulándolo con otras oportunidades de futuro que la ciudad tenga en marcha. Algunas experiencias ya se están haciendo así: Toronto, por ejemplo, está realizando una encuesta online, para conocer directamente las necesidades de las pequeñas empresa local y del comercio local en particular para preparar le proyecto. Presentar un proyecto original e innovador siempre es una buena política para obtener ventajas de las otras administraciones.
  2. También son mayoría las que están pensando nuevos enfoques para las políticas sociales. Es el caso de Helsinki donde se ha puesto en marcha un call center para ayudar a la población mayor de 80 años, o en Tallin, donde se empezó un programa on-line para encontrar las formas más adecuadas para ayudar a colectivos con dificultades resultantes de la crisis.

Otras fuentes de oportunidades: la transición ecológica y la digitalización.

Como dice el observatorio vasco citado, “las ciudades con las que hemos hablado nos trasladan que analizarán los efectos con mayor detenimiento y desarrollarán medidas de apoyo específicas, dado que todavía es difícil realizar ejercicios de predicción. Desde el punto de vista económico les preocupa, sobre todo, mantener la liquidez del tejido productivo y frenar el desempleo”. En eso ya están todas las administraciones, y aunque en nuestro caso el papel principal le corresponde al Gobierno Central y a la Xunta de Galicia, también las instituciones locales del área metropolitana deben desarrollar su papel colaborador. En este sentido, un proyecto estratégico conjunto podría, por su mayor dimensionamiento económico y social, conseguir apoyos externos adicionales.

Desde el segundo enfoque, es decir la recuperación, las oportunidades que más se están analizando son las relacionadas con las oportunidades que al desarrollo urbano ofrecen    la transición ecológica y la digitalización. Son dos puntos calves de la Agenda Urbana, y que en La Coruña forman ya parte esencial de dos proyectos: el EIDUS, y la Ciudad de las Tics.

Algunos ejemplos que destaca el mencionado centro de investigación urbana son: en Suecia trabajan en la  posibilidad de redireccionar las iniciativas de Living Lab, tanto tecnológicos como territoriales,  hacia los retos derivados de la crisis del COVID-19, y apoyar así al ecosistema empresarial tecnológico; Helsinki reforzará su apuesta ‘climate friendly’ es decir ser un modelo de desarrollo urbano sostenible pero también saludable; Rotterdam,  quiere desarrollar plataformas locales de consumidores que impulsen la digitalización del comercio de proximidad.

Son solo algunos ejemplos de muchos que podrían pensarse, pero lo impotente es darse cuenta de que la complejidad de los retos plantea, ahora más que nunca, la necesidad de desarrollar modelos de co-creación o de creatividad compartida para la búsqueda de soluciones. Este es un campo, muy valorado en esta Asociación Metropolitana porque fue parte principal en su filosofía inicial: la co-creatividad o participación creativa, que no es lo mismo que la acción de participación vecinal. En su momento, fue el argumento del estudio de Coruña Ciudad Creativa, que tal vez podía ser objeto de una relectura y actualización, así como el plan de reindustrialización de la Cámara de Comercio: El Plan Pi. Para esto, como se hizo anteriormente, la creación de una plataforma creativa entre el Ayuntamiento, la Cámara de Comercio, la Autoridad Portuaria y la Diputación con la colaboración de la Xunta, podría ser una opción. Es un amplio campo de trabajo y colaboración para establecer unos Laboratorio de Cocreatividad, del que podría salir un gran proyecto de Reactivación Urbana.

También en el urbanismo- añade el informe- es conveniente “poner en valor el espacio público de la ciudad, por su valor social y, porque el valor económico del espacio compartido es en última instancia incalculable”. Las iniciativas presentadas para la creación de nuevos espacios peatonales y la movilidad sostenible van en esa dirección, pero su verdadera opción estratégica seria el comienzo de la reforma del frente portuario. Con el material de que se dispone no sería difícil esbozar una hoja estratégica básica para dar un paso adelante en las zonas que primero se liberen.

Estas u otras medidas podían ser el soporte para un proyecto atractivo y competitivo para poder atraer nuevos inversores, acometer la nueva industrialización y abrir el camino para salir del fondo de la crisis con un proyecto de ciudad renovado. No hay duda que una acción de este tipo nos presentaría como un entorno muy atractivo para empresas, residentes y visitantes que, de acuerdo con los nuevos parámetros convivenciales y laborales, nos aportaría una importante ventaja comparativa de promoción y posicionamiento. Hoy la ciudad está entre las mejor preparadas de España para ser un ejemplo en el cumplimiento de la Agenda Urbana de Sostenibilidad, lo cual en sí mismo ya constituye la mejor base para avanzar hacia el futuro. Al menos a mí me lo parece.

Hemos de aprender de Inditex, que siempre ha sabido anticiparse a todos los cambios de mercado, de valores sociales y de tecnología.

En definitiva es tiempo de dejar a un lado la compartimentación institucional y la política de confrontación y ataque ideológico, para crear un entorno colaborativo común, en síntesis: sustituir la confrontación pro la solidaridad, también en lo político. Lo importante, en todo caso, es que nos demos cuenta de que muchas ciudades ya se están moviendo, ya están innovando. Nosotros estamos en buenas condiciones para hacerlo también.