Sobre la implicación política por parte de los diferentes partidos en la ciudad.
Haciendo un repaso de las últimas actuaciones de los políticos que trabajan por la ciudad tengo la sensación de que no están acertando.
No acertó Xulio Ferreiro cuando organizó la marcha por la recuperación de los terrenos portuarios para uso público, y ese desacierto se materializó en la escasa participación para lo que debería haber sido una movilización ciudadana y que no pasó de una manifestación al uso, aun contando con el apoyo de miles de coruñeses metropolitanos. Y no acertó porque, como es habitual en él, sigue jugando en términos de grupo sin abrirse al resto de los ciudadanos. Y una cosa es la política de partido o de confluencia, y otra la política de ciudad. La mayoría de los coruñeses estamos en contra de la venta de los muelles centrales, pero para que todos nos sumemos a dicha reivindicación es necesario partir de estrategias más abiertas y plurales. Lo que debería haber sido un éxito de participación se ha quedado en una manifestación más.
No acierta tampoco el PSOE local en continuar su política obstruccionista en la aprobación de los presupuestos. Su error fue inicial, el haber dado su apoyo sin condiciones, y ahora lo único que consigue con seguir paralizando las decisiones es ponerse como parte del problema lo ciudadanos lo perciben negativamente y la ciudad lo sufre.
Tampoco está muy acertada la nueva candidata del PP en el inicio de su actividad pública, porque no es cierto como ella dice que La Coruña haya dejado de ser el motor económico de Galicia y que eso sea culpa de la Marea. Hace tiempo que el municipio coruñés ha dejado de ser el motor de Galicia en lo económico, porque es el área metropolitana la que juega ese papel de motor de la economía regional que todos los datos evidencian. Es impensable que la capacidad inversora de un municipio mediano pueda determinar el peso de una ciudad en la economía regional. Cierto que aumentó el paro, pero habría que analizar las razones. Entre ellas estará seguramente la baja inversión del gobierno local pero eso no es suficiente para explicar toda la realidad. A lo mejor la caída de la inversión pública de la Xunta y del Gobierno central también tiene que ver. Y el tema nos sería nada relevante sino fuera porque contribuye a crear una visión económica de la ciudad negativa que juega en contra de su posicionamiento urbano, y un político tiene que defender la ciudad por encima de otros intereses. No olvide la nueva candidata que eso fue, entre otras cosas, como la política urbanística, lo que le hizo perder la alcaldía a su predecesor. Hay argumentos de sobra para no penalizar la imagen de la ciudad y poner de manifiesto la escasa capacidad inversora de este gobierno.
En resumen, los ciudadanos queremos políticos que nos representen, que nos defendían, que nos ilusiones con proyectos de futuro, y no que pongan los intereses ideológicos o de partido, por muy legítimos y valiosos que sean, por encima de los intereses de la ciudad.