LOS VERDADEROS AVES NO LLEGARÁN A GALICIA HASTA BIEN ENTRADA LA PRÓXIMA DÉCADA

Sobre los impedimentos pasados y actuales que atrasan, una vez más, la llegada del AVE a Galicia.

La mayor parte de la ciudadanía gallega ignora la situación real de la construcción de la Línea de Alta Velocidad que está planificada, proyectada y en construcción, y que deberá dar servicio en el futuro a Galicia, en tiempos similares a los de otras regiones periféricas y que permitirá a nuestra Comunidad tener igualdad de oportunidades para competir en los campos de la empresa, de la cultura, del turismo…

Los mensajes que emanan de las administraciones públicas, central y autonómica, son inexactos, incompletos e intoxicadores. Es más, ninguno de ellos se apoya o dimana de hechos previamente expuestos y conocidos. Son lo más parecido a las artes druídicas y adivinatorias.

La machacona cantinela de que “El AVE llegará a Galicia en 2018” no se ha modificado en los últimos 3 años.  Y sin embargo Fomento ha admitido incumplimientos de inversión con sólo el 65% de lo presupuestado anualmente, paralizaciones de algunos tramos, ralentizaciones de otros, y necesidad de proyectos reformados en alguno. Véase si no, el famoso Túnel de Padornelo 2, o el tramo de Cernadilla a Pedralba, ahora de nuevo en Información Pública por cambios de trazado.

La simple constatación de la demora de buena parte de los tramos entre Sanabria y Taboadela (Ourense), con tramos paralizados incluso desde hace 3 años, invita a los técnicos experimentados y responsables a considerar una demora de la finalización de la LAV hasta Taboadela hasta el año 2019/20. Y sería un éxito, si los próximos Gobiernos de la Nación, siguen a un ritmo similar las inversiones necesarias para llegar a ese Concello a 16 km de la ciudad de As Burgas.

Pero el nudo gordiano de la llegada de los verdaderos AVEs a Galicia pasa “precisamente” por ese tramo de 16 km que separa Taboadela de la estación de Ourense-Empalme.

Porque conviene recordar que de los dos subtramos en que se subdivide el trazo, uno de ellos, el de Ourense-Seixalbo, que cuenta con DIA, aún no ha podido ser licitado por problemas de vertederos y el segundo entre Seixalbo a Tabodela, ni siquiera dispondrá de DIA hasta bien entrado el año actual.

La consecuencia es que, con los 4 años de obras que se precisarán para la obra civil en una zona de dificultad media con varios túneles y viaductos (uno sobre el Miño) en un entorno urbano, llevan el plazo más optimista de inauguración al año 2021/22.

El problema es tan grave que Fomento ya está considerando instalar un Cambiador de Ancho en Taboadela, para poder llegar a Ourense en 2019 por la vía convencional, que cuenta con limitaciones a 100 km/h por curvas de 380 metros de radio.  Pero esto lleva inevitablemente a la imposibilidad de que los trenes AVE alcancen Ourense, que es lo mismo que todos los destinos de las grandes ciudades de Galicia.

Estas informaciones las manejan las empresas constructoras y consultoras que trabajan para Fomento, pero este Ministerio calla cual ramera, y además de pasarse la Ley de Transparencia  por el arco de triunfo, omite y miente a la ciudadanía sin contemplaciones.

El actual momento de impass por la situación electoral y de falta de Gobierno no va a ayudar a nuestra causa y sobre quien venga va a recaer confirmar, o cuestionar la continuidad, aunque lo que ya es difícil y más caro será paralizar la inversión de unos 2.500 millones que irían a pérdidas del Estado.

Galicia se juega su LAV en esta próxima Legislatura. Pronto sabremos a qué atenernos.