Interesante artículo sobre el posible porvenir de cada unas de las ciudades gallegas.
Que estamos en un mundo de ciudades donde el 70% de la población es ya urbana; que en Galicia la proporción de habitantes viviendo en áreas urbanas y rurubanas supera el 75%, y que las ciudades se han desbordado hacia las periferias dando lugar a área metropolitanas supramunicipales, son hechos conocidos. También sabemos que asimilar la población y actividad del término municipal como la representativa de la ciudad es una visión obsoleta, aunque la información mediática abunde en el exceso en este tipo de información. En la Europa urbana actual, la población de las ciudades es la de su aglomeración o la del área metropolitana. Por eso cuando se pregunta por la población de una ciudad siempre responden con la cifra de la aglomeración, y nunca con la del municipio. En esto debemos aprender para ser más exactos en las valoraciones. A Coruña tiene cerca de 450.000 habitantes (C20)
Además, ahora que nuestras ciudades repuntan económicamente es el momento de pensar la Galicia urbana del futuro. Un nuevo ciclo en el que cada ciudad emerge renovada: A Coruña de Inditex es una ciudad distinta y pujante con un terciario productivo vinculado a las tics, con grupos de empresas netamente gallegas, y con una economía de ocio reinventada. Lástima que la política de la Xunta siga empecinada en llevar los activos culturales de la ciudad al Gaias, a promover Lavacolla, a promocionar Santiago como el único destino turístico, etc. Vigo se mueve para ser el principal polo de la automoción en España con un innovador desarrollo tecnológico, donde la Xunta invierte en la potenciación de los sectores productivos ingentes cantidades (construcción naval y automoción), y donde un alcalde que defiende a la ciudad, con razón y sin ella, ha conseguido atraer inversiones, llevarse la sede de la Fundación Abanca con el apoyo de Feijóo, construir el mayor hospital público, la mayor Ciudad de la Justicia, y otras actuaciones. Santiago y los Caminos son un referente global y avanza como un polo del turismo internacional y la Xunta centra allí todas sus inversiones culturales y toda la promoción turística. Para dar vida a la Ciudad de la Cultura se invierten millones de euros cada año y toda actividad que se programe para ese recinto cuenta con subvención abundante; allí se ofrece suelo empresarial bien terminado, equipado y comunicado a buen precio, se invierte dinero público en infraestructuras diversas que extiende los radios de la ciudad a más de 20 Km.; allí se concentran todas las iniciativas innovadoras de la Xunta. Ferrol empieza a recuperar el naval en formato tecnológico y camina hacia un gran polo energético. Donde a Reganosa y Megasa se suma la nueva sede de Pull and Bear; en Lugo, el parque tecnológico de drones atisba un nuevo horizonte urbano; Ourense termal y Pontevedra nuestro emblema urbanístico internacional completan la Galicia Urbana de la era digital.
Nuestras ciudades siguen creciendo, aunque lentamente, y refuerzan su papel de motores del crecimiento regional. Por eso es prioritario que las administraciones completen los respectivos mapas de infraestructuras metropolitanas, en lugar de seguir haciendo autovías sin tráfico. Es también el momento de apostar por los trenes metropolitanos y los de cercanías donde el trazado de la red lo permita, casos del anillo ferroviario de A Coruña, Redondela-Vigo y Santiago-Padrón. Todas las ciudades españolas lo han hecho salvo en Galicia que seguimos atados a los autobuses. Se podrían añadir los trenes de cercanías entre Coruña-Ferrol rectificando el trazado y el ya reclamado por los alcaldes entre Vigo y Pontevedra. Así, además de organizar las áreas metropolitanas, estaríamos articulando las nuevas regiones urbanas, que son el proyecto territorial de futuro más interesante de Galicia, y que figuran en las Directrices de Ordenación del Territorio. Me refiero a la región urbana ártabra entre Carballo-Coruña-As Pontes-Ferrol, y la región urbana de las Rias Baixas entre Tui-Vigo-Pontevedra-Vilagarcia.
Esta iniciativa ya contemplada en todos los planes de desarrollo territorial realizados desde 1979, y que siguen en el papel. Ese es el camino del futuro, como hacen en Estados Unidos, en Japón y en Europa y que ya empezaron a proyectar en España. Las regiones urbanas al ser espacios más competitivos para la internacionalización son más atractivos para la inversión, pudiendo incluso asumir el papel de reactivadores de nuestro principal problema: el retroceso y el envejecimiento demográfico. Pero seguimos actuando por parcelas, planificando minifundios, y pensando localismos.
En el esquema de Feijóo a cada ciudad se le asignó un papel: industria y tecnología a Vigo, Turismo, administración, cultura y empresas biomédicas y tecnológicas a Santiago, a Ferrol un impulso al naval, a Lugo los drones, a Ourense la aeronáutica, y a La Coruña, el comercio y los servicios convencionales. Ese es su esquema, y por eso un día dijo en anterior conselleiro de Industria que “Coruña era una ciudad de tiendas y por eso no era importante para la política industrial de Galicia”. Sabía lo que decía.