Sobre la controvertida construcción de las estaciones intermodales en las principales ciudades gallegas y la diferencia que habrá entre éstas y las que funcionan en la actualidad con gran éxito.
En el futuro las “estaciones adosadas” de A Coruña, Santiago, Ourense y Vigo distará bastante de la situación actual de Palma de Mallorca, que ya disfruta de una verdadera estación Intermodal desde 2007. En la estación de la capital balear coinciden el ferrocarril de ámbito regional, dos líneas de metro/cercanías y unas 50 líneas interurbanas. Con un gran hall único, salas de espera compartidas, sala de taquillas polivalente, consigna y servicios sanitarios comunes, así como una pequeña zona comercial. Toda ella dotada de escaleras mecánicas, paneles gráficos y electrónicos etc. etc. Es subterránea y cuando uno sale al exterior lo primero que encuentra son las paradas de los buses urbanos y de taxis… Igualito que disfrutaremos en las urbes gallegas ¿no?… respóndanse Uds. mismos.
Por la ley del ordeno y mando y por la de las “competencias que no desean compartirse” en las 4 poblaciones gallegas citadas, gracias a la colaboración organizada del Ministerio de Fomento y la Xunta de Galicia para dejar en tercer lugar el servicio a la ciudadanía, manteniendo prioritariamente los poderes y presupuestos respectivos de cada Administración, no seremos ejemplo ni modelo académico para ilustrar a los alumnos de Transporte, Turismo y Logística sobre cómo se facilita la vida a los ciudadanos en su necesidad de movilidad.
Dado el pasotismo, cuando no la ignorancia, de los nuestros compatriotas galaicos… y la escasa capacidad de interlocución y de presión de nuestros representantes municipales, ya sabemos que no tendremos estaciones intermodales sino estaciones “adosadas” que funcionalmente “se parecen” pero que resuelven mal los movimientos de los viajeros, la logística de los equipajes, y el ahorro de los ciudadanos al tener que duplicar construcciones y futuros mantenimientos.
Pero, si actuamos y concienciamos a nuestros ayuntamientos, todavía podríamos lograr que los ciudadanos seamos los segundos beneficiarios del establecimiento de las “adosadas” (seguir utilizando el concepto de intermodales es, además de técnicamente incorrecto, hacerles el caldo gordo a los políticos y cargos de las Administraciones que nos han postergado en sus decisiones y soluciones).
Porque si las cosas siguen como hasta ahora, los segundos beneficiarios de las Adosadas serán las empresas de Alquiler de Autos sin conductor, que gozan de las mejores plazas en los parkings delante de las estaciones, y la propia ADIF y sus contratas de aparcamiento, que ocupan las superficies próximas a los edificios de Estación, alejando e impidiendo que los autobuses urbanos puedan acercar sus paradas a los accesos a la Estación, viéndose obligados los viajeros a cargar con sus equipajes, mojarse cuando llueve, y obligando a las personas de movilidad reducida a molestas e inseguras maniobras entre el tráfico.
Es por tanto el tiempo de movilizarse y concienciar a los ciudadanos y a las corporaciones municipales para que exijan conseguir la intermodalidad entre el transporte urbano y taxis con las dársenas de buses interurbanos y los andenes ferroviarios, de tal forma que las paradas de ambos medios se hallen lo más cerca posible de las puertas de ambas estaciones adosadas, que van a tener accesos diferenciados.