Interesante artículo sobre la función que tienen las diputaciones y su controvertida existencia en nuestro país.
Antes de la convocatoria de las nuevas elecciones, el PSOE y Ciudadanos llegaron a un preacuerdo para reestructurar el papel de las diputaciones en España, que en general fue bien recibido. Era una supresión parcial –no eliminación- de las diputaciones de régimen común en España (es decir, las que son forales se mantendrían – las de País Vasco y Navarra- como están). Este acuerdo ataca uno de los asuntos que el PP no ha querido, o no ha podido acometer, como es el de la tan cacareada reforma de las administraciones públicas.
Efectivamente, y ya desde antes de la crisis se viene hablando de si realmente las diputaciones son necesarias en un país como España, que ya tiene autonomías, pero a raíz de la crisis económica, que ha costado enormes sacrificios a los ciudadanos, su existencia se ha puesto en duda cada vez más.
Mucha gente se pregunta por que no se acomete una racionalización del gasto en las administraciones públicas, una reforma de verdad, como se ha hecho en la gran mayoría de países de Europa, incluso antes de la crisis (al estilo de la reformas laborales) que vayan en esa línea de desaparición de diputaciones, fusiones de municipios, etc. podría ser una palanca válida, potente, para reducir el gasto y dirigir los cada vez más escasos recursos públicos, hacia lo verdaderamente necesario: sanidad, pensiones, educación, etc.
Pero el problema es complejo porque las diputaciones tienen mucha razón de ser en un país como España con 8.500 municipios, muchos de los cuales son micromunicipios. Sin las diputaciones, simplemente no podrían existir, porque gran cantidad de sus funciones (todo tipo de servicios incluso recaudación de impuestos) se hacen desde las diputaciones.
En primer lugar, si hablamos de las diputaciones hay que hablar del excesivo número de municipios, ambas instituciones van unidas ¿es factible la eliminación de las diputaciones sin reducir el numero de municipios?
Las diputaciones están muy ligadas a la atomizada estructura municipal de España, estructura que data de hace 200 años, de cuando ir desde Coruña a Santiago llevaba 5 horas en la famosa carrilana o ir desde Vigo a Pontevedra o desde Santiago a Roxos era una cuestión también de horas. En fin, las cosas han cambiado y mucho y las comunicaciones no digamos.
El papel actual de las diputaciones es por un lado, la realización de infraestructuras de todo tipo, aspecto que puede ser asumido creo, sin problemas por las autonomías y por otro, ya más complicado, creo de pasar al gobierno autónomo es la prestación de servicios de todo tipo fundamentalmente a municipios de poca población (estamos hablando de transporte, servicios como bomberos, sociales, incluso recaudación de impuestos, etc.). Existe muy poca claridad en sus competencias a caballo entre las comunidades autónomas y las entidades locales, y además las características de su personal laboral la mayoría de los cuales no son funcionarios.
Por eso, si no cambiamos la estructura municipal poco ahorro veo porque alguien tiene que hacerse cargo de estas funciones entonces acaba siendo un cambio cosmético de nombre o la otra opción es que sus funciones se asuman por las autonomías. Pero que el debate se ponga ahí sobre la mesa es positivo porque lo vemos como un avance hacia una mejora en la organización territorial y probablemente es un primer paso hacia algo mas grande, hacia una reforma de las administraciones publicas.
Pero repito, si queremos hacer una reforma de verdad, si queremos hacer desaparecer las diputaciones y ahorrarnos al menos parte del dinero que cuestan –y que es mucho- hay que plantearse un doble debate
1/ Eliminación de las diputaciones.
2/ Con una reducción del disparatado número de municipios que hay en España y por supuesto en Galicia.