Tres nuevas amenazas a la ciudad: aviones, contenedores y cine.

Interesantes advertencias sobre tres claves importantes para el área metropolitana y, la necesidad de actuar para frenar esta situación.

Estos quince días han puesto sobre la mesa tres noticias que demuestran una vez más que las ciudades tienen que estar alerta perenemente para detectar las amenazas y para preparar las estrategias para que estas se trasformen en oportunidades. Esta sería la visión que debería tener un buen estratega, y desde luego es el perfil más adecuado para un gobierno responsable de la ciudad.

La primera de esas noticias es la pérdida de peso relativo de Alvedro y la sucesión de desvíos. No parece que la ampliación de la pista haya dado tan buenos resultados como se esperaba, pues si permitió aumentar el tamaño de los aviones también, incrementó la frecuencia de los desvíos. Hay técnicas para resolverlo y no se puede seguir así. Lo mismo cabría decir de la falta de ambición de los responsables municipales para negociar con las aerolíneas. Yo estoy de acuerdo con ellos de que lo mejor sería que fuera la demanda la que decidiera los enlaces y las frecuencias, pero como la Xunta promociona a Lavacolla, generosa y activamente, y el concello de Vigo y la diputación a Peinador, si aquí no nos movemos y no logramos de una vez la ampliación de destinos y la llegada del bajo coste, nos quedaremos con un aeropuerto renovado pero marginal.

La segunda noticia negativa fue la de la supresión de la terminal ferroviaria de contenedores en San Diego. Es cierto, que la demanda de las empresas que operan en el puerto no justifica ese tipo de tráfico, pero también es cierto que hay muchas empresas del área metropolitana que tienen que embarcar sus contendores en un puerto del sur de Galicia, por la falta de ese tipo de tráfico. Evidentemente, hay cosas que se pueden hacer antes de resignarse a perder este tipo de tráfico. Claro que, ya habría que haber protestado antes, cuando se decidió que el transporte ferroviario de mercancías tuviera que ir primero a Vigo y, desde allí al resto de España, lo cual nos pone en situación de menor competitividad,  pero también de un aumento de los costes, por lo que ya no compensa el tránsito ferroviario. Yo creo que hay cosas que hacer antes de seguir lamentando la situación y que un estudio de las necesidades de las empresas del entorno metropolitano podría ser la base para un nuevo lanzamiento. Y eso no debería tener que ver con la idea de Feijoo de redistribuir las actividades económicas entre las ciudades según un esquema predispuesto y taimadamente aplicado.

Imagen reportada de: https://www.flickr.com/photos/jlcernadas/4625419148

Y hay una tercera, por si dos fueran pocas. Se trata de la amenaza encubierta de cerrar la Filmoteca de Galicia. La excusa es la supresión de puestos de trabajo, pero la estrategia puede ser el cierre del CGAI y su posterior traslado a la Ciudad de la Cultura. Creo que esa es la idea desde un principio, pero la Xunta de Feijoo lo va haciendo “a la chita callando”, como ocurre con el aeropuerto, para que nadie se entere, y cuando ya todo esté culminado no habrá ninguna posibilidad de respuesta. El papel del CGAI en la cultura de la ciudad es una pieza importante, y no olvidemos que A Coruña fue la primera ciudad española donde se rodó una película y la primera de Galicia donde se instaló un cinematógrafo. Y donde hay mayor asistencia al cine. Claro que para los que piensan que todo lo cultural debe estar el en Gaiás, como Feijoo, esas razones no son suficientes, pero para los coruñeses deberían serlo.