En esta etapa de confinamiento obligado, no deja de ser conveniente crear una cierta dosis de ilusión. Por eso me animé a escribir una serie de reflexiones sobre los principales proyectos y los objetivos más importantes que la ciudad tiene ante sí. No dejo por ello de pensar en la importancia de los problemas sociales que esta crisis va a dejar, ni de obviar la necesidad de poner todo el esfuerzo posible en resolverlos, lo que muchas veces lleva consigo el posterga miento de otros objetivos, pero sabiendo que una parte de la solución está en recuperar la actividad económica que permita crear empleos nuevos o recuperar los perdidos. Y en este aspecto es donde tenemos más fortalezas pero también más incertidumbres, empezando por el efecto que la desglobalizacion pueda tener en nuestra empresa tractora: Inditex,
La realidad es que esta nueva crisis nos llegó cuando todavía no habíamos superado del todo las consecuencias de la anterior; ni tampoco de terminar el ajuste a los cambios que de una manera u otra afectan a la funcionalidad de la ciudad. Seguimos bajo el efecto en el pequeño comercio de la compra on-line, acrecentada con el encierro, cuyo impacto en la demanda y en el consumo, exige buscar nuevas fórmulas de venta conjunta. También sigue presente la necesidad de dar una respuesta a los grandes retos del cambio climático que afecta desde la movilidad hasta los nuevos hábitos de consumo, a la economía circular y a nuevos modelos productivos, y a nuevos valores. En tercer lugar los cambios en la movilidad y en el consumo de energía están siendo un cambio radical en la manera de concebir el uso ciudadano del espacio público. Y en el ámbito empresarial la digitalización y otras aplicaciones tecnológicas avanzadas abren un nuevo enfoque de la competitividad y la internacionalización, asimismo muy pendiente de lo que ocurra en el nuevo escenario mundial. Todo lo que se ha hecho y proyectado en esta dirección supone ya un avance, porque también son factores estructurantes de la ciudad que salga de la crisis. Pero a ellos se añadirán otros nuevos que ahora ni siquiera acertamos a vislumbrar.
En ese sentido no cabe duda de que La Coruña es, entre las gallegas, la que presenta una situación más avanzada y más innovadora en los grandes ejes de la sostenibilidad urbana; y un modelo económico de desarrollo endógeno más favorable, que incluye desde las grandes y medianas empresas familiares hasta una vuelta a los productos de proximidad que, en sí mismo, constituyen un nuevo modo de dinamizar la economía local y el empleo joven en los espacios periurbanos. La crisis nos ha hecho volver la vista a la importancia que tiene las actividades ligadas a la tierra, que son las que garantizan una vida más saludable y una alimentación más sana y también más sabrosa. Algo que siempre he defendido y que en su momento tuve la oportunidad de concretar en los años de implantación del plan de desarrollo comarcal de Galicia. Esa filosofía en su mejor versión, está ahora plasmada en el modelo de desarrollo local impulsado desde la Reserva de la Biosfera Mariñas-Mandeo. Una referencia en desarrollo sostenible más valiosa ahora que nunca. De hecho somos la única ciudad española que tenemos las ventajas derivadas de estar rodeada de un territorio distinguido por la UNESCO y premiado por otras organizaciones internacionales, incluidas las Naciones Unidas. Todo ello abre un nuevo camino a pensar en el área metropolitana desde un punto de vista más moderno que los postulados administrativos clásicos, que se limitaban a la gestión mancomunada de los servicios públicos obligatorios. Eso ya se está haciendo sin crear nuevas y costosas estructuras administrativas y se puede completar si los entes competenciales lo deciden. Es solo cuestión de cooperación leal y no partidista y de coordinación, porque otra manera de hacer política es necesaria. También, tras la crisis, el futuro de la Ciudad Metropolitana hay que pensarlo desde una perspectiva nueva, que no excluye la anterior pero la complementa.
Esta serie de temas que hoy inicio, es también una manera de cubrir el vacío dejado por la imposibilidad de seguir con el plan de debates, y ya que no podemos tenerlos de manera presencial, al menos podemos mantener vivo el espíritu participativo e informativo del Foro Metropolitano. Detallo al final los temas que cada tres o cuatro días aproximadamente iré colgando en esta página. Vuestras aportaciones y comentarios serán una excelente aportación para seguir soñando con esa ciudad del futuro que temporalmente se truncó pero que con el esfuerzo de todos los responsables podrá salir adelante. Estoy seguro que en muchos aspectos tendremos una ciudad mejor, porque también en este tiempo de reclusión habremos aprendido que se puede vivir la ciudad de otra manera, con un estilo de vida más sostenible y más solidaria para todos, y desde esa perspectiva repensar las ideas que cada uno tenga sobre La Coruña del futuro. Aunque en algunos aspectos la salida sea más difícil, principalmente en sus derivadas sociales, como la vivienda y el empleo, ahora incidiré especialmente en los aspectos relacionados con el urbanismo y el desarrollo urbano.
Estos son los doce temas sobre los que he escrito en detalle y que podemos ir comentando o debatiendo periódicamente.
Primera Parte. En una buena posición de salida.
Segunda Parte. Sentar los cimientos de la nueva Coruña
Tercera Parte. El ejemplo gallego de ciudad sostenible.
Cuarta Parte. Retomar los proyectos en marcha.
Quinta Parte. La Calle Real, referente histórico del nuevo urbanismo.
Sexta parte. Un nuevo centro: la ciudad esperada.
Séptima Parte. La renovada envolvente litoral: el nuevo paseo marítimo.
Octava parte, Y para colofón: la ronda peatonal.
Novena Parte. Sobre el frente portuario.
Décima Parte. Sobre la Ría de O Burgo.
Onceava Parte: Un área metropolitana ampliada.
Doceava parte: Un destino turístico renovado: la valorización de los recursos.
Son artículos cortos y de fácil lectura pensados para facilitar su difusión. Eso es tarea de todos.