De las cinco primeras empresas españolas solo Inditex permanece en su sede fuera de Madrid. La centralización de las empresas y de la economía en negral es cada vez mayor, y tal vez responda a la demanda de las empresas de acuerdo con los principios de competitividad, conectividad internacional, atracción de talento propios de la economía global, pero tal vez se deba también a una política fiscal y financiera favorable a potenciar la capital del Estado. Hoy es nuestra metrópoli global, con Londres y Paris. Pero lo que no cabe duda es que se está produciendo una brecha territorial cada vez mayor entre el poder económico y demográfico de la capital y el resto de las ciudades, Barcelona incluida.
En todas las ciudades medias españolas se asiste a un mismo problema, que es comentario común cuando se habla del futuro de las respectivas ciudades. Los jóvenes se van a Madrid, unos a estudiar y ya no vuelven, otros a buscar un trabajo de calidad y se quedan, y otros atraídos por ls propias empresas y se instalan. Mientras, las ciudades medias, esas que aportan equilibrio y calidad de vida, se quedan sin talento y su actividad económica y el empleo dependen cada vez más de los servicios generales y en particular de la economía del ocio y del turismo.
El caso es que de las cinco primeras empresas españolas solo dos mantienen su centro de actividad en su sede originaria: Telefónica en Madrid, e Inditex e A Coruña. Las primeras en trasladarse fueron los bancos. El BBVA instaló su central en Madrid hace ya muchos años, el Banco de Santander hizo lo mismo algo después, y aunque hubo un intento de establecer en Santander un gran cetro tecnológico de datos, la final el proyecto no cumplió lo esperado. Más recientemente Iberdrola traslado su sede operativa a Madrid dejando en Bilbao una pequeña división en un edifico emblemático que estaba llamado a ser la gran sede de la multinacional. Hoy siguen intentando llenar las plantas de la torre de Cesar Pelli con nuevas empresas, públicas o privadas, incluso subvencionándolas. Bilbao, se quedó sin grandes sedes empresariales, también últimamente Gamesa adquirida por Siemens. Es el contrapunto del espectacular éxito del Gugemheim. Lo que en otro tiempo fue metrópoli financiera y empresarial ahora se está orientando al turismo. Posiblemente su papel lo esté ocupando ahora La Coruña, aunque todavía a distancia. Eso dice le ranking anual de Cities in Movement
Pero hay algo que tienen en común las tres empresas norteñas mencionadas: aunque han trasladado la dirección y la actividad a las afueras de Madrid (Pozuelo, Bobadilla etc.) mantuvieron su sede social y fiscal en la ciudad de origen. Como hizo aquí Abanca cuya sede social está en Betanzos, pero con una importante sede en Madrid. El Banco cántabro también mantiene la sede social en Santander; en Bilbao, el BBVA hizo lo mismo y la energética Iberdrola y Gamesa también. ¿Y eso que supone? Se conserva el posicionamiento de las respectivas ciudades como sedes, se ingresan los impuestos correspondientes, y una vez al año se reúne el consejo de administración. No sé si también suman su aportación a las cuentas macroeconómicas regionales (PIB y VAB) aunque si siguen apareciendo en esas localizaciones originarias en todas las relaciones estadísticas y de rankings de empresas o de capitales. Es, de alguna manera, un posicionamiento ficticio.
Por eso resulta admirable que la primera de las multinacionales españolas siga manteniendo su sede y su principal centro operativo en La Coruña, o si se quiere en Arteixo que es lo mismo, con todas las ventajas que para la economía metropolitana y gallega ello significa. Hubo un tiempo en que también aquí se hablaba de un traslado a Madrid, pero eso parece haber quedado atrás, principalmente a partir de la instalación en nuestra ciudad del centro mundial de venta online que inicialmente estaba en Irlanda. Fue a partir de ahí cuando los edificios empezaron a crecer en Arteixo, cuando el empleo aumento con ofertas cualificadas, cuando el talento empezó a ser atraído, cuando el ecosistema tecnológico de las tics se configuró en torno a la gran multinacional coruñesa. Ahora, Amancio Ortega ha anunciado o decidido establecer la sede de su Fundación en el emblemático Cantón Grande y con ella sus empresas de inversión. Tenemos que darnos cuenta de lo que estas decisiones supusieron para nuestra ciudad. Después del fiasco del Banco Pastor y del grupo Barrié, Fenosa incluida ¿Qué seria hoy La Coruña sin Inditex? A Amancio Ortega se lo debemos.
Por eso, La Coruña es la única ciudad intermedia española que tiene la sede social, operativa y tecnología de una de las grandes multinacionales. Y eso es un gran valor. Como también lo es el de Estrella Galicia que desataca por su defensa de lo local frente a voces que indicaban otras cosas; como es la decisión de Abanca de crea nuevas empresas del sector financiero y de centralizar aquí el centro tecnológico del grupo multinacional que preside Escotet (Banesco), y como es la intención de Egasa de trasladar su centro tecnológico desde Madrid. También Altia desde aquí ha comprado empresas madrileñas, y ahí tenemos neumas compañías surgidas del entorno Inditex y que ahora ellas solas se sitúan cada día en posiciones de más fuerza. Ese ecosistema empresarial fuertemente arraigado y comprometido con la ciudad es nuestra principal fortaleza. Y es también el futuro.
La Coruña es por eso un caso distinto: en todas las ciudades las sedes se van a Madrid, aquí las sedes permanecen y atraen talento y empresas. Esto nunca había pasado, y a veces no nos damos cuenta, inmersos en los pequeños problemas urbanos de cada día. Por eso hay que recordarlo, para ser conscientes de lo que hemos llegado a ser. No hace falta más que dar un paseo por las áreas centrales y residenciales de la ciudad y del área metropolitana. ¿Qué otra ciudad española de nuestro tamaño tiene una oferta tan vanguardista, tan variada y de tanta calidad? Yo creo que ninguna. Por eso en los diversos indicadores tecnológicos, de internacionalización y de capital estamos entre el cuarto y sexto lugar de las ciudades españolas, según los casos. Y eso para una ciudad de 400.000 habitantes es un buen posicionamiento.