En un nuevo entorno político: un pronóstico para las municipales

Interesante artículo sobre el futuro e inminente situación política que le espera a nuestra ciudad.

LAS SOLUCIONES POLÍTICAS A LOS PROBLEMAS URBANOS.

Como colofón de los debates que este curso hicimos bajo el título “soluciones Políticas ós problemas urbanos”, y en los cuales participaron alrededor de 650 personas y cerca de 50.000 lo hicieron a través de estas páginas desde doce países, con artículos que han llegado a ser leídos por más de 9000 personas (entre 2500 y 5000 es lo habitual), he decidido redactar estas páginas en las que recojo muchas de las ideas y los temas tratados, más otros de mi consideración personal. No se trata de un documento de la Asociación sino solamente de una reflexión y valoración personal sobre la situación de la ciudad, según lo hablado y comentado en los debates, pero también fuera de ellos. Contiene valoraciones críticas que no a todos pueden gustar, como es lógico, pero también análisis que pueden ayudar a tomar mejor las decisiones políticas referidas a la ciudad, pero también propuestas para construir esa Ciudad Metropolitana del futuro con la que todos soñamos, o al menos la que todos deseamos, para recuperar lo que fuimos y lo que aún podemos llegar a ser. Si no nos cortan las alas como con tanta frecuencia ha ocurrido y concurre podemos hacerlo.

Quieren también ser un testimonio de ese nuevo koruñesismo que sea capaz de defender los intereses de la ciudad y colaborar en la construcción de una Coruña Creativa y Sostenible. Pensando en las municipales puede ser un buen momento para emitir un escrito como este. El lector verá y lo que cada uno piense será también para mí lo que tenga más valor. No olvidemos que cuando escribí mi modelo de Coruña Ciudad Creativa, pensaba en una ciudad donde la sociedad fuera capaz de generar ideas creativas para construir un futuro nuevo, y así recuperar el protagonismo social y cultural que nuestra ciudad tuvo en el pasado y que debe aspirar a alcanzar. Hace unos días visitaba una ciudad, Tallin la capital de Estonia y en un muro de su Ayuntamiento había un papel pegado que decía lo siguiente: We are creating a place where ideas have value. Lo mismo que yo había utilizado en mi presentación del proyecto de Coruña Ciudad Creativa, y que  ya en 2007 había publicado en una revista chilena de alta difusión internacional, y que también utilizaron ciudades como Medellin y Bogotá para centrar sus planes de renovación urbana y construir un nuevo proyecto de ciudad. Pues bien, esa es la filosofía de esta asociación, esa es la razón del 3.0, y ese es el papel de los debates que organizamos: generar y encauzar las ideas sobre la ciudad para fomentar un proceso de reflexión crítico y creativo, porque sin crítica y sin libertad de pensamiento no hay creatividad.   Y esa es, una vez más, la finalidad de este texto. En este caso lo orienté hacia el nuevo escenario político y las próximas elecciones municipales, por ser este el tema que de manera más habitual surgió en las conversaciones anteriores o posteriores a los debates.

UNA JUGADA MAESTRA QUE LO CAMBIÓ TODO.

No cabe duda que, independientemente de las valoraciones personales que pueda hacer cada uno, la reciente moción de censura protagonizada por Pedro Sánchez ha sido una jugada maestra. Lo que parecía imposible terminó provocando un nuevo escenario en el panorama político español. Todos lo sabemos, pero no está de más recordarlo. Por un lado, motivó el inicio un proceso de regeneración del partido popular que hace poco era impensable, aunque veremos como acaba aún con el deseo de que sea de la mejor manera posible ; por otro  desencajó a Ciudadanos, que siguen sin encontrar acomodo en el nuevo panorama por una falta de estrategia, o por un error estratégico, como se quiera decir; al mismo tiempo, el partido socialista está experimentando un ascenso al que no es ajeno el asombro que en todos nosotros ha producido la formación del nuevo gobierno, un ejecutivo solvente que aporta la estabilidad que Europa y las grandes empresas necesitaban, y también porque Pedro Sánchez ha retomado el papel regeneracionista que hace no mucho esgrimía el partido naranja; y, por si fuera poco, Podemos se quedó totalmente descolocado, aunque no cesa en su intento de recuperar posiciones, pero desde una situación que en absoluto deseaba y a la que, sin embargo, contribuyó de manera decidida. También los partidos nacionalistas están más tranquilos: los vascos porque se alejó la amenaza de un adelanto electoral encabezado por su principal enemigo: Albert Rivera, y, de alguna manera los catalanes expectantes ante un nuevo escenario de diálogo y negociación. Todo se ha trastocado, todo se ha desajustado, pero, al mismo tiempo, todo está en orden. Claro que el nuevo orden no está exento de dificultades, pero también de oportunidades y de posibles fracasos fácilmente excusables. Al final, la política española vuelve a orientarse hacia el bipartidismo, pero con los partidos de siempre como nuevos protagonistas, y no con los partidos emergentes como se pensaba. Sin duda, una jugada maestra, ya que con un movimiento se ha modificado la posición de todos los jugadores. Al menos a mí me lo parece.

Otra cosa es saber si esta tendencia se mantendrá en el tiempo, porque aun contando con un buen equipo de gobierno como el actual, si la debilidad numérica lleva al presidente del gobierno a tomar decisiones y hacer concesiones impopulares, toda esta argumentación puede perder parte de su fuerza. Y lo mismo ocurre si el Partido Popular consigue rehacer el partido sin tener que enfrentarse a una lucha interna. Del mismo modo la posición de Ciudadanos vuelve a depender de cual se ala trayectoria del partido popular y de las decisiones del partido socialista. No están ajenos a estas incertidumbres las otras formaciones, y en el caso de Galicia las Mareas se encuentran en un proceso de debate y confrontación interna, cuya salida no es del todo previsible. Son demasiadas incertidumbres que pueden afectar indirectamente a los resultados locales, pero aun a riesgo de dejarme llevar por la situación actual, parece interesante hacer esta reflexión analítica, porque, al menos, servirá para tener una referencia de este momento. Y a lo mejor, si la tendencia no cam,bia, del próximo futuro.

GALICIA RECUPERA UNA VOZ INSTITUCIONAL

Es pronto para saber cómo afectará este cambio a las municipales; primero porque falta casi un año, y, después de lo ocurrido, parece demasiado tiempo para predecir; y, segundo, porque las tendencias nacionales no siempre se traducen en cambios reflejos en las elecciones locales. Con todo siempre marcan una constante. Si el partido en el poder favorece a un municipio el voto local tiende a reforzar su posición de poder, pero si el partido en el poder genera descontento y al municipio tampoco le aporta ventajas, el voto queda en su sitio o toma otros derroteros. En este caso, y ya pensando en Galicia, la situación es diferente porque estamos ante dos ámbitos de poder político. El nacional, donde los socialistas acaban de estrenarse, y el autonómico donde Feijoo ha dado un golpe de fuerza al optar por quedarse aquí, sean cuales fueran la causa última de su decisión. El principal cambio, por el momento, ha sido la restauración de la figura del Delegado del Gobierno, antes reducido a jefe de seguridad a la orden de Feijoo, y ahora devuelto a su papel originario: la representación de la administración central en Galicia. Por eso la acertada designación de Javier Losada ha supuesto que, por primera vez en muchos años, en Galicia se vuelvan a oír dos voces institucionales de la política regional y nacional. Por un lado la del presidente de la Xunta que, sin apoyos en el nuevo gobierno central y con su partido fuera del poder directo, solo puede prometer en nombre de la administración autonómica; y ,por otro lado, Javier Losada que habla como interlocutor de Galicia con el Gobierno Central.

LAS CIUDADES GALLEGAS EN EL NUEVO ESCENARIO.

Pensando en La Coruña, que es el objeto principal de este comentario,  intentaré extrapolar estas ideas y exponer mis puntos de vista acerca de las posibles tendencias del voto coruñés y metropolitano ante las municipales, al menos desde la visión actual y siempre procurando la objetividad y la independencia de criterio en los análisis. Pero antes haré alguna referencia las ciudades del eje atlántico, que es en donde los cambios pueden ser más significativos.

De entrada decir, que el cambio nacional ha introducido también aquí un nuevo juego en la escena: el partido socialista puede verse reforzado y superar la marginalidad a que la situación anterior le había llevado en no pocos municipios metropolitanos y en todas las ciudades, excepto el gran bastión de Vigo, donde los dos Caballeros esgrimen su respectivo, y no siempre concordante, poder político. Esta nueva perspectiva supone, en las demás ciudades, que si antes eran dos los partidos que podían optar a ser titulares de las alcaldías- el partido popular y las mareas- ahora tenemos en la escena un nuevo candidato: los socialistas, siempre mediante pactos de gobierno; pero si antes eran solo una muleta de apoyo ahora pueden volver a ser una fuerza principal. Y lo mismo le puede ocurrir a los populares, pero contando con un partido bisagra- Ciudadanos- que en algún caso podría inclinarse en otra dirección, pero que en Galicia no parece que vaya a ocurrí, porque nuestras ciudades no son para Albert Rivera una prioridad.  Todo depende de la nueva hoja de ruta que decida la dirección nacional.

Además, en todos los casos los resultados dependerán mucho según quienes sean los candidatos. Empezaré por el principal partido político de Galicia: el partido popular, que en nuestro caso puede denominarse como el partido de Feijoo, debido a que el fuerte presidencialismo establecido hace que sean siempre las decisiones del presidente las que los candidatos a las alcaldías defienden. Un hecho que encaja en una estructura de poder de fuerte control central- en esto es como Ciudadanos- que no deja de crear una situación de subordinación para los intereses de las ciudades o de los ciudadanos, ya que los candidatos populares siempre deberán ajustar su discurso a las estrategias de su jefe, quien por otra parte es el que aporta la fuerza a los mismos candidatos. Ya lo dijo claramente la candidata popular a la alcaldía de La Coruña:” yo haré lo que me diga Feijoo”. Ya sabíamos que iba a ser así, pero reconocerlo no es una buena manera de empezar, porque, como veremos, los objetivos del presidente y los interese de La Coruña no siempre discurren en la misma dirección. Un flanco abierto a otros tiradores que pongan a la ciudad por encima de los intereses del partido, como todo buen alcalde debe procurar. Y si no que se lo pregunten a Paco Vázquez, o al propio Abel Caballero, que tan bien lo reproduce.

UNA ESTRATEGIA URBANA FALLIDA DEL PARTIDO POPULAR PARA GALICIA.

En anteriores escritos aludía al sentimiento de marginación del área metropolitana coruñesa en relación con otras ciudades en el plan de inversiones de la Xunta. Hasta ahora el grueso del ejército popular miraba a Vigo, no tanto con la idea de recuperar la ciudad sino con la de ganar votos para volver a la Diputación, para lo cual era necesario reducir el peso de Abel Caballero. No en balde es el municipio más poblado de Galicia, que no la ciudad más importante como tanto les gusta decir y como muchos periodistas repiten con frecuencia. Allí organizó una poderosa guardia de corps, formada por el vicepresidente de la Xunta, la exconselleira y candidata a la alcaldía, el delegado de la Xunta en Vigo, el presidente de la autoridad portuaria,  y has hace poco la presidenta de la Zona Franca, más  el apoyo de algunas organizaciones empresariales (Club Financiero y Confederación de Empresarios). Y eso avalado por el viguísmo más radical del actual alcalde y sus colaterales, adobado a menudo con un anticoruñesismo declarado de poco gusto, y siempre apoyado por grandes inversiones y proyectos (Consorcio del Casco Vello, hospital, intermodal, depuradora, autopista, autovía del morrazo, ciudad de la justicia, polígono de Navia de miles de viviendas sociales, nuevo acceso a la ciudad, nueva autovía-túnel a O Porriño etc). Todo haría pensar que tan poderoso ejército en orden perfecto de batalla, debería haber dado el resultado esperado. Pero no fue así, al contrario. El alcalde Caballero, como antes dije, está más fuerte que nunca, y ha demostrado ser un gran regidor local, capaz de ilusionar a la ciudad, y un gran político con estrategias que siempre terminaron por cuestionar las actuaciones de Feijoo en la ciudad y presentar los cumplimientos como incumplimientos. Una política de boomerang que dio la vuelta a las inversiones e incluso a los obstáculos en temas como el área metropolitana o el transporte metropolitano. Al final el mismo estribillo: “Feijoo está contra esta ciudad, y eso lo ha de pagar” dice una vez y otra. Es más, hace poco, cuando el crecía el descrédito de la formación política popular  y cuando emergía  Ciudadanos como gran alternativa,  una escisión provocada capitaneada por un político amigo ( Javier Guerra) que aspira a candidato de la Xunta, no hizo más que complicar la situación, tanto que en La Coruña hubo un intento de réplica en parecidos términos.  También en esto el nuevo orden político ha modificado las cosas: en Vigo ya el agua ha vuelto a su cauce, y en La Coruña ni siquiera ha salido.

Realmente los estrategas políticos populares no parecen haber sido lo suficientemente astutos como para hacer rendir en votos los esfuerzos de Feijoo. Y ahora que el psoe ocupó el un puesto clave en Vigo como es la Zona Franca, el entorno añade nuevas incertidumbres. Lo que no admite dudas es que el equipo socialista municipal , de mano del alcalde Abel Caballero, cada vez con más poder, volverá a imponer su abultada mayoría, aun cuando la marea pueda crecer y Ciudadano arañe algo. Desde su posición actual controla el gobierno municipal que ostenta, el gobierno provincial a través de su presidenta y concejal de Vigo (Carmela Silva), y ahora el Consorcio de la Zona Franca, a través de otro leal concejal que ahora se pone al frente (David Regades). Solo le falta poner un pie en la Xunta para igualar la mejor época del ex-alcalde coruñés Paco Vázquez. Por eso, Abel Caballero es el gran bastión de poder político de la provincia pontevedresa, en la que Feijoo va a tener difícil avanzar en las zonas urbanas.

Y con ello Vigo mejora su posicionamiento a medida que el peso de su alcalde aumenta lo que, indirectamente, explica las cuantiosas inversiones de la Xunta en Vigo, solo comparables a las que se destinan al monte Gaiás, que con el Camino se han convertido en los símbolos de su etapa en Galicia. Hasta podría pensarse que para hacer frente al gobierno de la Marea (Compostela Abierta de Martiiño) se haya propuesto como estrategia de choque promocionar los espacios en manos de la Xunta (Ciudad de la Cultura y Monte do Gozo) para demostrar lo que se podría hacer en la ciudad de abajo si gobernara el partido popular. Tendríamos así Santiago de Arriba y Santiago de Abajo como dos escenarios políticos contrapuestos. Ya dije que es solo una deriva o burbuja, mental, pero que no deja de ser sugerente, y por eso la incluyo. Sin embargo, la cuantiosa inversión en el Gaias, en donde la doncellería de cultura está totalmente volcada, no está dando aún resultados en Santiago, pero si los está empezando a dar en las otras ciudades, donde las actividades y eventos que suelen demandar subvenciones para sus proyectos dejan vacíos los recintos antes creados (centros de congresos por ejemplo) , y sin apoyo a las organizaciones promotoras de  eventos ya saben que para lograr apoyos deben programar sus actividades en la nueva acrópolis compostelana. El caso es que tampoco en Santiago, en contra de lo predecible, los resultados son tan favorables al pp como la información mediática hace ver. Claro que aún falta tiempo.

Pero, volviendo a la provincia de Pontevedra con el enorme peso de Vigo, hay que tener en cuenta que no termina ahí la cosa, porque al refuerzo de don Abel se añade el liderazgo mantenido de Lores en Pontevedra, con el mejor proyecto de ciudad de los últimos años y de mayor reconocimiento internacional, que ha motivado un fuerte incremento en la autoestima de los pontevedreses. En este contexto, y contando con un posible avance de Ciudadanos en algunos municipios intermedios, la recuperación de la Diputación, que siempre ha jugado un papel clave en la historia del partido popular de Galicia, desde Cuiña hasta Louzán, se hace cada vez más difícil. En el sur, las batallas urbanas están perdidas y parece que la guerra también.

EL CASO OPUESTO AL DE VIGO: LA CORUÑA, UN DIFICIL ESCENARIO EN UN ENTORNO PAUTADO DE MARGINACIÓN POLITICA.

Por eso, llegó la hora de mirar a la otra gran ciudad de Galicia, su principal referente urbano en el exterior, y cabeza del mayor centro económico de la Comunidad Autónoma. Aquí es sabido que el partido popular, estoicamente y dignamente pilotado por Rosa Gallego, partía de una estructura debilitada por las divisiones internas y por los desaguisados de la etapa anterior, y que, para remediarlo, se anticipó la designación de una conselleira coruñesa como nueva responsable y nueva candidata. En ella el partido vio la mejor apuesta para contrarrestar a la Marea por su talante seudopopulista.  A pesar de que las heridas siguen vivas, y aún pueden dar algún disgusto, y que dirigir una ciudad no es lo mismo que mandar en una consellería, el grupo local puso la proa hacia la victoria en las elecciones municipales, con más ilusión y trabajo que convencimiento.  Ellos saben que La Coruña nunca ha sido una ciudad de derechas y que solo gobernó el PP. cuando los votantes de izquierdas se quedaron en casa por el efecto Zapatero. En esto, tampoco el recuerdo de su alcalde Negreira les ha hecho un favor, ya que su mandato se recuerda más por lo que destruyó que por lo que construyó. Un alcalde trabajador y voluntarioso pero que se dejó asesorar mal y que no defendió a la ciudad cuando debía.

Pero dejemos el pasado, y volvamos al presente. Decía que el pp sabe que está en una sociedad históricamente liberal y progresista, sin duda la más liberal y abierta de Galicia, pero lo que no sé si  también saben que la estructura social de la ciudad es hoy muy distinta a la de antes, y que el empobrecimiento generado por la crisis y la política de austeridad publica, que el mismo Feijoo personalizó como su principal logro, es hoy, con el peso de la corrupción, el principal inconveniente para fidelizar a sus votantes, y para evitar que el voto mayoritario de la ciudad siga girando  más a la izquierda, y que los que se mantengan en el centro piensen en Ciudadanos como alternativa. La Coruña postcrisis eta lejos de ser aquella ciudad burguesa de antes,  y se identifica cada vez más como una ciudad de aluvión, una ciudad creadora de  tendencia y una ciudad hípster en una nueva versión de la ciudad liberal de siempre. Menos mal que la permanencia de Feijoo en Galicia ha aportado un fuerte respiro los candidatos locales. Claro que siempre tendrán la rémora de una legislatura carente de inversiones y plagada de calculados retrasos, a lo que más adelante me referiré.

Diferente es el caso de Ferrol y su área, donde Ciudadanos pueda crecer en Narón y en la propia ciudad, y donde la nefasta gestión- o mejor falta de gestión- de la Marea está poniendo en manos de los populares la alcaldía de la ciudad, que cuenta a dos políticos ferrolanos entre los más directos colaboradores de Feijoo en el diseño de su política local. Con todo, el pp podrá ganar, aunque no parece fácil obtener la mayoría, y en ese caso otras formaciones pueden hacerse con la ciudad siguiendo un pacto de gobierno como el actual, pero al revés. Depende mucho de quien sea el candidato socialista y del apaciguamiento de las luchas internas. Por otro lado, hay grandes proyectos que ahora ya no dependen de los mandatos de Feijoo, como son el ferrocarril al puerto exterior, el trazado mejorado del tren Coruña-Ferrol, el peaje de la autopista, e incluso la política naval o la energética y su influencia de la térmica de As Pontes. Son bazas fuertes que han cambiado de manos y que pueden tener interesantes repercusiones locales. En esta situación, aunque el PP ganara la alcaldía de Ferrol, la pérdida de Vigo, La Coruña, Pontevedra, probablemente Santiago (donde el tirón de Bugallo puede jugar fuerte), de Lugo y con malos resultados en Ourense, sería una escena que minaría la fuerza política de Feijoo como líder. Por eso La Coruña es hoy una plaza difícil pero necesaria.

Tal vez sea por eso por lo que después de años de abandono (en el último año solo invirtió la Xunta en la senda y humanización del acceso a Marineda), y siguiendo aquello de que no inviertas ni apoyes a los contrarios, para que no puedan presentar resultados positivos, la estrategia de marginación de los opuestos se le puede volver en contra. Era fácilmente previsible porque el neocaciquismo puede funcionar en otros municipios gallegos, pero no en las grandes ciudades, ni en los concellos metropolitanos. Ahora parece que se quiere recuperar el tiempo, pero para algunas cosas ya se ha hecho tarde.   La candidata nos presenta a los coruñeses un interesante proyecto de una infraestructura verde metropolitana, Feijoo interviene directamente en la principal actuación que tiene la ciudad: la recuperación el frente portuario. Empieza comprando suelo al Ministerio en una jugada de efecto a corto, pero mal calculada con la vista en el medio y largo plazo, porque supuso una apuesta por una fórmula que la ciudad rechaza mayoritariamente, y a la cual la candidata se sumó desde un principio, llegando a apoyar con su firma el convenio original y después entusiasmada la compra de suelo anunciada, aunque creo que no ejecutada. No se quienes asesoran a Feijoo, pero tal vez debería dar la vuelta a la paleta mientras le quede tiempo.

No olvidemos que con la nueva situación las cosas pueden cambiar, porque es posible un nuevo presidente de la autoridad portuaria, porque es posible que la fórmula de gestión del suelo portuario haga coincidir a los dos partidos en el gobierno (marea y socialistas) en un proyecto común muy distinto, y desde luego con el apoyo de un creciente BNG. Beatriz Mato se equivocó al tomar partido por una propuesta que no queremos la mayoría de los coruñeses. También el PP tenía en cartera otros anuncios de gran relevancia para poner hechos donde solo hay debates. Sin embargo, le pude pasar lo de Vigo: el efecto boomerang, por la manera de abordar las cosas importantes. Primero por haber supeditado las inversiones necesarias a tácticas electoralistas, de lo cual la ciudad es perfectamente consciente. Es lo mismo que hizo con Carlos Negreira, y por eso perdió, aunque en su descargo he de decir que de haberlo intuido tampoco las inversiones de Alvedro, de la tercera ronda y de la Marina hubieran contado con el apoyo de Feijoo, y de su mano, de Ana Pastor. En justicia eso se lo debemos al anterior alcalde coruñés.  Pero, además, la nueva situación dejó fuera de sus manos las decisiones principales, como ya antes comenté. Parece que a Feijoo le faltan estrategas.

De todos modos las inversiones son bienvenidas, las traiga quien las traiga, pero mejor hubiera sido haberlas hecho en su tiempo, porque ahora que la competición arrecia, la valoración del PP y sobre todo la demostración de su interés por la ciudad serían más visibles. Ahora da la impresión que solo se trata de un interés electoralista.

LA CORONA METROPOLITANA YA ES LA TERCERA AGLOMERACIÓN URBANA DE GALCIIA.

Y lo mismo puede ocurrir en los potentes municipios metropolitanos de la primera corona, donde el espacio para los populares es reducido, y donde el socialismo puede recuperarse y las confluencias de la Marea mantenerse, y repartirse algunos municipios muy poblados, en los cuales Alternativa dos Veciños incrementará sus votos. Los resultados de Ciudadanos en estos municipios no están claros, y aunque tiene agrupaciones locales fuertes en Culleredo, Sada o Cambre, la estrategia del partido y del aparato pueden retrasar su salida.  No olvidemos que suman cerca de 150.000 habitantes, es decir la tercera aglomeración urbana de Galicia. Otra vez la Diputación en el aire para el partido popular.

Desearíamos, los coruñeses de la ciudad y del área metropolitana, que en poco tiempo avanzáramos   en inversiones púbicas para compensar todo lo que en estos dos años ha estado ralentizado por la Xunta y por el Gobierno Central, para así agravar la sensación de paralización de las inversiones en la ciudad, e interpretarlas ante los ciudadanos como una paralización de la ciudad de la que la Marea u otros coaliciones de gobierno en la oposición (el pp solo gobierna Arteixo) es culpable. Y en algunos caos no les falta razón, pero no en todo.  Entre tanta parálisis la gente mira a otro lado porque, no entiende esta manera de hacer política.  Pero aquí se acaba todo.  ¿Logrará Feijoo con la cartera de proyectos diezmada por el cambio en el poder central aumentar su peso en la ciudad? A la vista de la nueva situación   parece difícil, porque ya no puede manejar su influencia en el gobierno de Madrid para favorecer las inversiones en la ciudad y el área metropolitana en los presupuesto del Estado. Le queda la Xunta que es mucho, pero el nuevo espacio político puede jugará a la contra reduciendo el número de escaños.

Por eso los nombres de la lista son ahora muy importantes porque les tocará a ellos poner una nueva cara al partido popular, olvidando el pasado perdido.   Y en esas caras deberían visualizarse el interés por las políticas sociales, por la sostenibilidad ambiental y la cercanía social,  por encima de anteriores carteles donde primaban propuestas economicistas centradas en las grandes infraestructuras, el aumento de la densidad edificatoria, la primacía del coche privado  y otros componentes que caracterizan a un modelo de ciudad obsoleto. También en esto es necesaria la renovación. Juegan con la ventaja de que la candidata tiene una buena experiencia de gestión en la ordenación del territorio desde la sostenibilidad ambiental. La infraestructura verde metropolitana es un buen ejemplo. Y seguramente ese es el camino que la Coruña, con una extensa área metropolitana que es Reserva Mundial de la Biosfera de la UNESCO, necesita.

UNA NUEVA OPORTUNIDAD POLITICA PARA LOS SOCIALISTAS.

Todo hace pensar que ahora es, otra vez, el momento de apostar por la ciudad desde el partido socialista.  A su favor tiene la historia, pues La Coruña en manos socialistas siempre ha logrado reinventarse y mejorar convertirse en un referente urbano. Una posición que el PP ensombreció en todos los aspectos: infraestructuras viarias, suelo industrial, aeropuerto, turismo, política industrial, inversiones y promoción cultural, etc. Los años de Feijoo han sido los peores para esta ciudad, que ha salido adelante por el empuje de sus empresas más que por el apoyo de los políticos. Por eso, independientemente de quien sea el candidato, el grupo socialista tiene el camino expedido, y cuenta ya con una buena carta en la mano: el nuevo delegado del gobierno.  Javier Losada, excelente persona y querida por los coruñeses, y un buen alcalde que no fue suficientemente valorado, y que sin duda ejercerá de buen coruñés, y elevará la delegación gubernamental que preside a una nueva dimensión política, y de rondón devolverá a la ciudad el peso político perdido, al menos en parte.  Son muchos los proyectos donde el Gobierno socialista puede incidir: el ya mencionado para la modernización del tren Coruña-Ferrol y el tren de cercanías metropolitano, germen de una gran región metropolitana ártabra por la que desde nuestra asociación tanto hemos peleado con argumentos y palabras.   La Vía Ártabra necesita también apoyo para vencer las resistencias de Audasa para activar el enlace con la autopista y pedir a la Xunta que inicie la continuación hasta la autovía de Madrid. La Nacional sexta empieza a entrar en presupuestos, pero requiere un rediseño en todo su trazado, al menos hasta Betanzos. Seguro que pronto se presentará la intermodal, la nueva avenida de Alfonso Molina, y el ferrocarril a punta Langosteira y el nuevo plan director de Alvedro con la ampliación de la actual terminal, el apoyo a la política cultural, especialmente a la Ciudad de la Música en cuyo posicionamiento tanto trabajamos desde esta Asociación.  Son todos, proyectos esenciales, muchos de los cuales formaban parte de la estrategia preelectoral del PP, pero que en parte se le han ido de las manos de manera totalmente imprevista, y se le han vuelto en contra siguiendo el ya mencionado efecto boomerang.

Es más, ahora puede ser que el partido socialista sea el que juegue ese papel. Y esa sería su gran fortaleza ante el abandono inversor del pp y la lenta gestión de la Marea. A los ciudadanos lo que más le interesa es la política de hechos, entre los cuales hay que incluir la vuelta a una nueva política económica más orientada a lo social que podría devolver al psoe muchos de los votos perdidos, y a la vez atraer nuevos votos perjudicados por una política estatal de austeridad social y de apoyo al capital.

Como consecuencia, la nueva coyuntura, de mantenerse no el tiempo, abre una nueva oportunidad a la ciudad y a los socialistas. Así como hace poco era imposible pensar en que la ciudad volviera a tener un alcalde socialista, ahora ya no lo parece tanto. Efectivamente, si presentan un buen candidato, con preparación adecuada, con una comprensión profunda de la ciudad, con capacidad de consenso y con firmeza para defender a la ciudad por encima de todo, no es impensable que el aumento del voto socialista permita que un pacto con la Marea, en sentido inverso al actual, le permita ocupar la alcaldía con un nuevo reparto de escaños en María Pita.

LA MAREA ATLANTICA SE CONSOLIDA Y DIBUJA UNA NUEVA CIUDAD.

Todo indica que el peso de la Marea se mantiene, a pesar de sus errores y la política mediática agresiva del PP; y que los socialistas pueden calar en el voto joven y recuperar votantes si tiene unos buenos candidatos. La decepción de Podemos pasará factura y al división interna también . Seguramente perderán los votantes que acudieron a la Marea como actitud de rechazo a lo establecido, como rechazo al sistema, pero que con el tiempo la decepción y el cambio de panorama político y económico puede devolverlos a sus partidos de antes o a otras nuevas ofertas. Con todo una gran parte de los votantes se mantendrán afines. Son varáis las razones que se me ocurren. La Marea tiene un modelo de ciudad en línea con las tendencias de las ciudades europeas más sostenibles y con mayor cohesión social, muy alejada del modelo del pp que sigue en la línea de primar la producción de espacio sobre la sostenibilidad y la cohesión social.

No se puede dudar de algunos éxitos como tampoco de algunos fracasos. Entre los primeros, están la política de participación ciudadana que se ha ido asentando en el tiempo y que ha dado a nuestra ciudad una posición de referencia de la que hace tiempo carecía; la filosofía de ciudad sostenible con un enfoque de la gestión medioambiental avanzado, y algunas acciones puntuales a favor de lograr ser una ciudad libre de CO2, como la apuesta por la bicicleta como medio habitual de transporte, la economía circular y de proximidad. La estrategia turística va reorientándose pero le falta mucho, y una programación cultural moderna, ha vuelto a colocar a La Coruña entre los grandes circuitos nacionales e internacionales (menos en la música clásica). Pero, como principal obra solo pueden presentar la reforma del estadio de Riazor. En medio, quedan contendidos a medio hacer o que no se han impulsado adecuadamente, como es la proyección exterior de la ciudad, la humanización del centro, o la política de vivienda. Y ya con una nota negativa, están la lentitud del plan de movilidad, y la necesaria modificación del plan general.   Hay cosas en proyecto, como la reurbanización del paseo marítimo, la recuperación del tranvía turístico histórico, y la humanización de algunos barrios. No han presentado ninguna obra nueva de relieve, pero han aportado mejoras en algunas actuaciones clave, como ocurrió en Alfonso Molina, antes concebida como una agresiva autopista urbana, y en la intermodal, aunque esto les haya supuesto un retraso calculado por parte de las otras administraciones. Y en este grupo hay que incluir algunas decisiones de gran trascendencia que impidieron fuertes agresiones a la ciudad, como la paralización del polígono de As Percebeiras, cuya construcción ocultaría la vista desde el monte de San Pedro, o los desmedidos bloques de viviendas de As Xubias, junto con otras decisiones urbanísticas en el mismo sentido y que desmontaron el modelo especulativo derivado del plan general. Son logros que sus votantes sabrán valorar porque forman parte esencial de la razón que les llevó a formar la nueva formación política. En contraste, lo peor valorado es el retraso y las barreras a las licencias de obras, de reformas y de permisos de todo tipo. Todos los grupos profesionales se quejan de lo mismo y tanto la rehabilitación del centro histórico como la renovación de los barrios siguen esperando mejoras.  Menos mal que la Ciudad vieja es ya un espacio peatonal, pero con esto no basta. Desde mi punto de vista haría falta un plan de revitalización apoyado en la metodología del marketing urbano participativo. De todos modos los votantes de la Marea siguen creyendo en ellos, porque salvo en el caso de la Comandancia de Obras, en lo demás han cumplido con la mayor parte de los temas prometidos. Pero, por encima de las obras, lo más importante ha sido la defensa del puerto en el que han logrado un éxito importante, haciendo que el propio partido popular terminara aceptando la liberación de los muelles centrarles y haciendo que la amenaza del proyecto anterior se vaya disipando. Tanto es así que, hasta que los otros candidatos no presenten sus opciones, la propuesta de la Marea, anticipada en un foro especifico, es la mejor garantía para el nuevo frente portuario. Y esto es el principal reto de la ciudad ante su futuro. Y lo mismo ocurre con el área metropolitana y el Consorcio Metropolitano de transporte que propusieron los socialistas y que la Marea apoyó. Y en ambos han encontrado buenos interlocutores en el área metropolitana, lo cual no deja de ser otro logro porque hasta ahora nunca había habido consenso sobre esto temas. La Marea presenta en la Coruña la mejor gestión urbana de su actividad en Galicia y eso revaloriza su papel. Aunque la verdad no era muy difícil, porque tanto en Ferrol como en Santiago el balance ha sido negativo. De ahí que aunque en unas hipotéticas elecciones el escenario más probable es que cedan escaños, seguirán siendo un soporte esencial para establecer alianzas y formar el nuevo gobierno municipal.

¿QUE PASARÁ CON LOS OTROS PARTIDOS EN CONTIENDA?

Quedan ahora los otros partidos que por ser nuevos o por tener poco peso en la ciudad están obligados a servir de apoyo a las tres grandes formaciones enumeradas.

Empezaré por el que ya tiene escaños en el gobierno actual, el BNG. Es previsible que mantenga su escaño pero también es probable que gane algo más, a costa de la Marea, ya que el esforzado trabajo de su incansable y honesta portavoz, Avia Beira, podría ser merecedor de un premio por más votantes, pero también porque el partido está desarrollando un buen trabajo con un excelente liderazgo, y que desde su escaño en el Congreso está haciendo aportaciones interesantes para la ciudad. . Y queda todavía otra opción de izquierdas: la candidatura de Alternativa dos Veciños de Oleiros. Es pronto para saber lo que logrará, si bien Pedro Armas es buen conocedor de la ciudad, pero pase lo que pase algunos votos sumarán incluso consiguiendo un escaño, lo cual restaría a otros, aunque no se sabe dónde. De todos modos el interés de Alternativa es ganar visibilidad en la Diputación y poder programar políticas en los municipios del área metropolitana donde se presenta.  Pero, independientemente de cual sea el reparto de escaños, lo que importa es constatar, según pronostican las encuestas, que, la izquierda social sigue viva y la izquierda política sigue trabajando. Por eso, el margen de cambio hacia el centro derecha es pequeño.

Queda ahora hablar de Ciudadanos. Al partido popular y en menor medida a los socialistas, la principal amenaza les viene por el centro y por la nueva derecha. Ciudadanos se presentaba, al menos en teoría, como un espacio de encuentro, donde podían confluir los votos de los socialistas del ala socialdemócrata desencantados, y los decepcionados del partido popular. Sin embargo su posicionamiento en la sesión de censura a Mariano Rajoy los ha dejado muy escorados hacia la derecha y en el caso de Cataluña, algunas posiciones van incluso más allá. Con todo, no deja de ser sintomático que antes de conocerse candidato ni de tener nombres de la agrupación local validados, Ciudadanos ya aparecía, según las primeras encuestas, con cuatro concejales. Pero desde entonces han pasado muchas cosas. Por un lado el efecto Cis se ha desinflado por la equivocada estrategia política de Albert Rivera en el voto de censura, donde quedo fuera del nuevo regeneracionismo que era su apuesta fuerte. Desde entonces sigue descolocado y ante la situación de Cataluña, su principal objetivo, y su estrategia de asentamiento en las Comunidades con más votos, (eje mediterráneo y Madrid), dejan a Galicia al margen de los intereses principales. Les basta que recompongan la inestable situación de las anteriores elecciones municipales y autonómicas y que ofrezcan la imagen de un partido calmado y bien avenido. Después la marca conseguirá los votos que sus candidatos puedan lograr. Y como el partido no tiene más aspiraciones esto sería suficiente. Y así no serán perdedores, pero tampoco ganadores.

Sin embargo, hay un hecho interesante, y es que su principal potencial de voto y su mejor estructura organizativa la tienen en el área metropolitana de La Coruña, lo cual puede hacer que el partido termine mirando con mayor interés a la ciudad que hasta ahora. Y llegados a este punto, entra un nuevo elemento a considerar: el candidato coruñés. Todo dependerá del empuje de la persona que ponga cara a Ciudadanos. Hasta ahora la imagen del partido naranja es contradictoria: ha constituido las importantes agrupación locales en el área metropolitana pero no es capaz de organizar el partido en el propio municipio coruñés, llegando a la paradoja de pensar en un candidato, Mariano Gómez Ulla (un corredor de seguros vinculado al grupo naranja del municipio de Oleiros) que públicamente declaró que Alvedro debería cerrarse y dejar solo a Lavacolla. Como buen compostelano que es parece lógico que diga eso, pero como posible candidato a La Coruña no parece razonable, y bien harían los que dirigen el partido en pensar en otros nombres. Seguramente ya lo están haciendo.

Y no es un tema baladí, porque el candidato será la clave para tener el peso suficiente que permita que una alianza de izquierdas deje el sitio suficiente para que el centro-derecha gobierne la ciudad. No es fácil cuando el contexto sociológico del voto es el que es, pero es una opción posible. Depende de ellos. Con un buen cartel, seguro que lo podrán hacer, pudiendo incluso llegar a los seis concejales fácilmente, lo que supondría un descenso mayor para los populares que, de ampliase, podría transmutar el equilibrio de los pactos entre la derecha y del centro.  Y eso contando con que Vox no se presente, ya que de hecho ha tenido encuentros ciudadanos con grupos específicos. Su voto afectaría únicamente al lado más a la derecha del PP pero también restaría a Ciudadanos. Por eso lo más probable parece, a espera de lo que Ciudadanos haga, que habrá un gobierno de coalición de izquierdas liderado por la Marea o por el Psoe.

HAY MUCHAS DUDAS EN EL AIRE.

Quedan casi doce meses y es mucho tiempo, y quedan muchos futuribles, unos a nivel nacional, como al principio expuse, y otros  a nivel gallego y local,  como por ejemplo   el efecto de las propuestas nuevas del PP, el acierto de Ciudadanos en los candidatos, la gestión de las disidencias en la Marea y la capacidad de los socialistas de atraer a sus votantes tradicionales. Todo puede ocurrir porque la ciudad, y su área metropolitana, están abiertas al atlántico como la Marea ha recordado con su slogan o marca-ciudad. Y los vientos del atlántico son muy fuertes e impredecibles, y sobre todo muy variables. Solo hace falta saber ponerse en la dirección del viento que más sopla, el de los ciudadanos de a pie, y poder abrigarse de los vientos en contra, que son los que más afectan a los populares y los que más favorecen a los populistas. Espero que, como dije al principio, quien hay tenido la paciencia de leer este largo relatorio, haya tendió al suerte de reflexionar de otra manera y de pensar desde una nueva posición, porque entonces habremos conseguido nuestro propósito: hacer que la sociedad coruñesa sea un poco más creativa, y sus políticos de manera especial, haciendo despertar o aumentar en todos la conciencia de que la sostenibilidad incluye también la cooperación de todos en la defensa y en la construcción de la nueva Coruña, que deberá ser mejor que la que hemos recibido. Y por eso estamos aquí..