Desmontando los mitos aeroportuarios

Conclusiones sobre el debate centrado en el impacto del AVE en el aeropuerto coruñés de Alvedro.

El pasado jueves día 13, tuvo lugar el anunciado debate sobre el posible  impacto de la llegada que la Alta Velocidad podría tener en el aeropuerto de Alvedro. Cada uno de los ponentes expuso con datos, evidencias empíricas y experiencias personales su punto de vista sobre el tema planteado (la mesa fue trasmitida en directo por streaming). Resumo a continuación LAS PRINCIPALES CONCLUSIONES:
1.-La experiencia demuestra que en las ciudades conectadas por Alta Velocidad con Madrid, donde la distancia y los tiempos de viaje son mayores el impacto en el respectivo aeropuerto es menor. El caso donde el impacto negativo fue mayor es en Valencia (a hora y media de Madrid). Por tanto en el caso de Coruña, la distancia y el tiempo de viaje previsto (3 horas y cuarto) hace que la competencia sea más limitada. Seis horas y media sólo de viaje para un desplazamiento por negocios de ida y vuelta en el día es inasumible.
2,.La frecuencia de los enlaces es otro factor a considerar. Aunque no está establecida claramente la lista de frecuencias directas con A Coruña, actualmente son sólo dos trenes directos los que conectan A Coruña con Madrid al día; el resto hay que cambiar de tren en Ourense, porque es hasta allí a donde llega la alta velocidad con vía internacional. Evidentemente es un factor importante a tener en cuenta la existencia de una cantidad seriea de frecuencias como posible efecto disuasorio de uso de la línea.
3.-El tren de Alta Velocidad en las mejores condiciones no estará operativo antes del 2027 con handicaps como los 126 km de vía única, velocidades limitadas o el tramo gallego en ancho ibérico. Con todo esto, su velocidad media será menor a cualquier otra línea en marcha de Alta Velocidad ya en funcionamiento.
4.-El efecto del AVE se manifiesta solo en los viajes con destino Madrid, pero en el caso de Alvedro, donde el 52% de los viajeros van a Madrid, casi la mitad de ellos hacen escala para enlazar con vuelos internacionales (datos de AENA). Resultado: solo el 25% de los viajeros a Madrid serían susceptibles de sustituir el avión por el tren, pero como una elevada proporción viajan por motivos de negocios (es el perfil del aeropuerto) seguirán utilizando el avión. Consecuencia, en el peor de los escenarios el tráfico actual pasaría de 1.3 millones de viajeros a ser más de 1 millón. Lo cual permite que el aeropuerto siga ocupando una buena situación en lo que a demanda y rentabilidad se refiere.
5.-La llegada de la Alta Velocidad tendría, por todo lo dicho, un impacto mucho menor de lo que los estados promovidos por AENA y por la Xunta (Agencia de Turismo de Galicia) predicen, porque se basan sólo en el dato del trayecto A Coruña-Madrid sin tener en cuenta los trasbordos, que aquí son mayoría. En suma como el destino no es Madrid, quedan fuera del ámbito del nuevo ferrocarril.
6.-Los trenes de Alta Velocidad probablemente afectarán más a las otras ciudades gallegas (Ourense por cercanía, y Santiago por tiempo y tipo de tráfico). Esto puede ser una oportunidad para establecer nuevos enlaces internacionales y facilitar los desplazamientos actuales con un oferta directa. Por tanto mejoraría el perfil del aeropuerto como terminal de negocios de ámbito internacional.
7.- teniendo en cuenta, los datos de demanda de billetes de AENA, A Coruña podría rentabilizar vuelos a Ámsterdam, Paris o Fráncfort, e incluso Milán. Son los vuelos que podrían negociarse con las compañías. El traslado del mismo a la otra terminal provincial no son adecuados para atender la demanda urbana, como ha ocurrido cuando se llevó a cabo, y que condujo a una baja de rentabilidad y al final un desvio de las líneas fuera de Galicia. El tipo de usuario internacional demanda enlaces directos desde la terminal urbana y, de no haberlos, opta mayoritariamente por enlazar en los grandes hubs (Heathrow, Barajas o El Prat)
8.-La proximidad a Lavacolla, en cambio, es una ventaja desde el punto de vista de los desplazamientos turísticos, donde el tiempo es menos decisivo por razones obvias. Por eso con un buen enlace ciudad-aeropuerto se podrían obtener ventajas en la promoción turística. Con todo el hecho de que en las pantallas y en las relaciones de vuelos aparezca el nombre de una ciudad es más favorable para la captación de visitantes que si se vende como un destino subordinado.
9.-No tiene sentido debatir contínuamente sobre los aeropuertos de Galicia. Las terminales ya existen y hay que optimizarlas pensando en el mejor servicio a los usuarios. Las tres terminales gallegas están entre los 20 aeropuertos con más tráfico. Quedan muchos por debajo (hay 47 en total) si se quieren hacer ajustes por razones de rentabilidad.
10.-Lo que resulta inexplicable es el continuo retraso de la ampliación de la terminal, totalmente insuficiente para el tráfico actual. Cuando se construyó se dijo que estaba pensada para 750 mil viajeros, en el plan director se subió la cifra a 1,2 millones, y ahora que caminamos al millón trescientos mil, se sigue subiendo la capacidad teórica a la espera de que la Alta Velocidad haga innecesaria la inversión. Naturalmente esta actuación esconde una estrategia política, cuando lo importante es que cuanto antes se adecuen las saturadas instalaciones a la demanda existente. Máxime cuando por el elevado coste de los billetes la facturación es mayor y la rentabilidad obtenida también. Dado que no hay razones objetivas es urgente reclamar de manera contundente se proceda a contratar el proyecto de ampliación de la terminal de viajeros.
11.- Otro tema planteado fue la necesidad de acometer de una vez el enlace de 300 metros entre la autopista AP-9 y la N-550 para que desde el área de influencia (Ferrolterra o Lugo) y desde la propia área metropolitana se pueda acceder directamente. Es una demanda constante de las instituciones y empresas pero que, por razones incomprensibles, no se lleva a cabo.
12.-Finalmente, se planteó la necesidad de coordinar las subvenciones a los aeropuertos en Galicia, para corregir que la Xunta siga subvencionando a Lavacolla, con impuesto de todos los gallegos, y no se aporte ayudas a las otras terminales, siendo estas las que atienden a los principales centros metropolitanos de Galicia, donde se concentra el potencial demográfico y económico. Se pide tan solo, un trato igualitario para todos los gallegos. Entre Alvedro y Peinador se suman tantos viajeros como los que usan Lavacolla ¿por qué subvencionar a unos y a otros no?