Interesante artículo que refleja la posible situación política a la que se puede enfrentar Coruña en las próximas elecciones municipales, en la que lo primordial debe de ser la ciudad y sus vecinos.
Quiérase o no, cada mes que pasa las preguntas sobre el futuro político de la ciudad se hacen más frecuentes. Al menos yo lo percibo diariamente, siendo muchas las personas que repiten la misma pregunta ¿cuál quien crees que será el futuro alcalde? La respuesta viene dada por la prudencia y la incertidumbre: “hay que espera porque puede pasar de todo, o si se quiere casi todo”. En versión simplificada: “depende”. Sin embargo, en privado todos piensan -y yo también- opciones más concretas. Por eso a la primera viene la segunda pregunta, y asoman los nombres.
Por lo que estoy escuchando hay dos constantes: la opción de continuidad de Xulio Ferreiro, y el aumento de votantes a Vox. En principio son realidades bien diferentes, más bien opuestas. La primera suele ser una respuesta directa, la segunda solo surge cuando se piensa en la posibilidad de un bloque de derechas, al estilo Andalucia. Entonces, a la bajada asumida por todos del PP de Mato, se añade la entrada de Ciudadanos y un posible éxito de Vox. Realmente es hablar por hablar porque todo esto es incierto y ningún resultado está claro. Tampoco está claro para nadie que ese bloque pueda obtener la mayoría necesaria para gobernar. Más evidente parece que, de lograrlo la ciudad tendría una alcaldesa.
Sin embargo, la opinión que yo escuché con más frecuencia, y procedente de personas de la más diversa forma de pensar, es que al final el que logrará la mayoría será el alcalde de En Marea Atlántica, contando con el apoyo de otros grupos de su mismo espectro ideológico: un creciente BNG, una incierta Alternativa, y un PSG resignado con el papel que les toca. Y eso a pesar de la bajada de apoyos a la formación atlántica.
Llegados a ese punto, llega la tercera pregunta: ¿Y crees que eso sería bueno para la ciudad? La respuesta se sitúa de nuevo en el campo de los futuribles. Muchos, entre ellos yo mismo,” decimos algo así: “Depende de la capacidad de negociación que tengan, porque los grandes proyectos en marcha solo serán posibles a partir de la cooperación” Y empezamos a hablar del nuevo frente portuario, de la constitución del área metropolitana, de la movilidad metropolitana, de la estación intermodal, del aeropuerto, de las vías de alta capacidad en proyecto, etc. etc. Y, unas veces el asentimiento cierra el diálogo, pero otras sigue así “¡uff, visto lo visto ¡”. Y detrás de esta duda aparecen los dineros no invertidos, las licencias retrasadas o paralizadas, la falta de limpieza urbana, el abandono de muchas zonas centrales, etc. Lógicamente la respuesta más benévola es esta: ¡hombre, ya habrán aprendido y ahora con más experiencia lo harán mejor¡” .
Para terminar este dialogo imaginado, pero que pretende ser un resumen de muchos diálogos reales de estos días, en que las vacaciones dejaron más tiempo para el encuentro y la charla, solo me queda una cosa. Insistir que el futuro de la ciudad depende de la posibilidad de culminar un gran proyecto urbano con más ambición en los planteamientos, con un nuevo modelo de ciudad sostenible, que la Marea tiene bastante claro, y con una ciudad más habitable para todos. Y eso sólo será posible cuando entre las instituciones, los empresarios y los ciudadanos se genere una sinergia de cooperación y se cree un entorno de ilusión y de futuro para todos. Y ante ese reto hay que reconocer que no todos los partidos tienen las mismas posibilidades, pero como el futuro equipo que haya de gestionar la ciudad estará formado por representantes de los partidos que en cada caso intervengan en la conformación de la mayoría; y, como en el gobierno intervienen tanto los partidos con mando como los que están en la oposición, unos a través de una acción ejecutiva y otros a través de una oposición constructiva, la fórmula clave es siempre la misma: el consenso.
Y esta llamada a la búsqueda del consenso y la apuesta por la negociación, puede ser más relevante si, como puede ocurrir, las concejalías se reparten entre los partidos que conformen las mayorías. Si esto ocurre, nada sería peor que terminar en una confrontación interna o en una lucha de grupos, en cuyo caso la ciudad seria la gran derrotada. Por eso esta llamada al consenso y a la cooperación, pensando más en el bien de la ciudad que en las órdenes recibidas de arriba, o los compromisos provenientes de abajo.
Y después de estos años llenos de confrontaciones, de ataques más o menos furibundos, de zancadillas más o menos visibles, de mentiras repetidas que para muchos se convierten en posverdades, y de toda esa política cortoplacista que tiene aburridos a tantos ciudadanos- a mí también- la ciudad necesita respirar un poco de aire libre. La realidad es que todos participan de los fracasos, todos se reparten culpabilidades, todos tienen algo que ver con el desgobierno, aunque unos más que otros, pero todos también todos podrán recibir la recompensar del orgullo de haber colaborado honestamente en el progreso de la ciudad.
Y si esa llega a ser la atmosfera resultante, por encima de quien mande en cada momento, entonces A Coruña y su área metropolitana podrían dar un salto inusitado para convertirse en esa gran Ciudad Metropolitana con la que todos soñamos, a través de un gran proyecto participativo común. . Y eso es lo que, en otro orden de cosa, desde esta Asociación Metropolitana hemos convertido en razón de ser: promover de manera independiente y desinteresada ideas para mejorar nuestra ciudad y su área metropolitana, utilizando como única arma la reflexión, el debate participativo y la creatividad urbana. Eso que se esconde en el 3.0 que nos diferencia.
Tenemos ciudad, tenemos una sociedad creativa, tenemos musculo económico y empresarial, tenemos una geografía urbana hermosa en un entorno privilegiado, y tenemos una calidad de vida envidiable. Tenemos casi todo, solo nos falta dejar las rencillas, la política destructiva, y el afán de protagonismo. Negociando y colaborando podemos no solo aportar nuevos e ilusionantes proyectos sino también mejorar los errores urbanos cometidos, que por cierto no son pocos, aportando nuevas soluciones. Y proyectos, ideas y soluciones no nos faltan.
Para finalizar solo me queda hacer una pregunta a nuestros lectores: ¿Quién crees tú que ganará la alcaldía? Responde.