No hace mucho tuvo lugar un hecho tan lamentable como penoso que demuestra la falta de gestión del gobierno local hasta límites insospechados. Empezaremos por los antecedentes. Como todo el mundo sabe, La Coruña es la ciudad donde Picasso niño dio sus primeros pasos como pintor y donde hizo su primera exposición. Por eso se convirtió su casa en una casa-museo y por eso en el mandato de Negreira se organizó una extraordinaria muestra conmemorativa que, lamentablemente, los posteriores gobiernos municipales no supieron aprovechar. El caso es que por una causa o por otra el contenido de la casa museo fue perdiendo interés e incluso su aspecto exterior esta cada vez más deteriorado y encajonado. Ninguna otra ciudad mantendría las cosas en este estado.
Dentro de esa casa-museo se conservaba un cuadro autentico del padre de Picasso, en el que probablemente el joven pintor dibujó algunos rasgos. Ese cuadro era la principal obra original relacionada con los años de Picasso en la ciudad que se conservaba. Por eso, si su valor no era intrínsicamente alto, para la ciudad lo era por su carácter testimonial. A pesar de todo hace unos meses nos enteramos por los medios que tal cuadro había sido vendido por la familia propietaria al museo Picasso de Barcelona. El importe: alrededor de 50.000 euros. Increíble que esto haya sucedido. Pero más increíble aun es que la familia propietaria había hecho una oferta seis meses antes de su venta al Ayuntamiento para que el cuadro permaneciera aquí. Como no tuvo respuesta terminó vendiéndolo al museo de Barcelona. ¿Quién es responsable de cultura en A Coruña? Nada menos que la misma alcaldesa. Creo que solo por eso merecería un grave apercibimiento. La cosa quedó tapada y como si nada hubiera pasado. Ni siquiera la oposición se hizo eco. Con sinceridad ¿cree el lector que una cosa así habría ocurrido en otra ciudad europea? Hubo 400.000 euros para celebra aquí un anodino partido internacional, pero se dejó marchar el principal patrimonio original del museo de la casa de Picasso por la centésima parte. Inenarrable.
Se sabe que en A Coruña hay seis originales de Picasso en manos particulares o institucionales, mientras la casa-museo carece de obra. Se sabe también que la familia dispone del archivo original del genio malagueño y que en algún momento intentó negociar con la ciudad su instalación en la casa. No hubo tampoco respuesta. Y se sabe también que no hace mucho estuvo aquí la descendiente del pintor, invitada por una magnífica coruñesa para visitar una gran exposición. ¡Ni con esas ¡
Hay más ejemplos de incompetencia cultural, pero iremos poco a poco. Por hoy esto ya es suficiente.
Y después se hacen visitas teatralizadas de Picasso por la ciudad, pero no se hace nada para conseguir acrecentar el patrimonio artístico o histórico relacionado con el pintor y en algunos aspectos con la ciudad. Esa es la visión de nuestros gobernantes. Es verdad lo que me decía un amigo el otro día tomando un café en el renovado Copacabana: “esta no es la alcaldía que corresponde de a esta ciudad”. Mientras, me señalaba las plantas de plastico que había en dicho café-terraza. En medio de la principal y más valiosa zona arbolada de la ciudad. Dicen que la concesión tuvo que ver con parientes de un importante cargo en el Ayuntamiento. Si esto es así puede hacerle una indicación: que sustituya plantas artificiales de plástico por otras naturales.
Efectivamente, la ciudad no está en las mejores manos. La ciudad no se merece esto. Realmente hace muchos años que Coruña no tiene un alcalde que este a la altura de lo que la ciudad tiene y significa. Falta esa visión que marca la línea de separación entre la vulgaridad y la excelencia. Claro que lo mismo ocurre en otros gobiernos de Galicia y de fuera. Es un mal endémico de la actual clase política. Aquí, lo que nos importa es que nuestra ciudad no pueda seguir deslizándose hacia abajo mucho más tiempo. Ahora aún es posible.