Interesante reflexión sobre la difícil situación del transporte ferroviario.
La próxima inauguración “provisional” del tramo central del Eje Atlántico ferroviario en Galicia entre Vigo y A Coruña, junto con la inauguración “parcial” del nuevo tramo de la LAV de acceso a Galicia entre Olmedo y Zamora, constituyen hitos que se hallan enmarcados en el vigente PITVI (Plan de Infraestructuras, transportes y de vivienda) que viene desarrollando el Ministerio de Fomento para la mejora de la Red Ferroviaria interior y de conexión de Galicia con el resto de España.
Este plan, recortado y optimizado a la baja, es lo que queda del ambicioso Plan Galicia, aprobado por el Gobierno del PP en 2003, tras la catástrofe del Prestige, que fue mantenido por el PEIT del año 2005 del Gobierno del PSOE y modificado puntualmente por el ministro Blanco para homologar las características de la LAV Zamora-Ourense a los estándares de las otras LAVs, ya en funcionamiento, que comunican la capital de Estado con las Comunidades periféricas del arco mediterráneo.
Debido a la crisis económica sobrevenida desde el año 2008, y sin que se haya concretado en ningún nuevo Plan, pues no consta que el PITVI haya sido actualizado, la situación de facto es que, aparte de las dos infraestructuras ferroviarias citadas en el primer párrafo, las restantes actuaciones previstas en, o para Galicia, en materia ferroviaria, se han descolgado de la planificación del Ministerio, al haberse paralizado su tramitación y suspendido definitivamente las consignaciones presupuestarias que deberían viabilizarlas.
Con pragmatismo, para la próxima década 2016-2025, en los planes del Gobierno actual solamente se hallan el completar, de modo paulatino, la línea de AV de conexión con la Meseta desde Zamora hasta Ourense y, como continuidad de ésta, remodelar el corredor Atlántico que ahora se inaugura, para que puedan circular por el mismo, hacia Coruña y hacia Vigo, los verdaderos trenes de AV, cuando se inaugure completa la línea hasta Ourense. Ni siquiera podemos asegurar que la LAV de la Meseta se vaya a dotar de vía doble en su totalidad, ya que la previsión optimista de disponer de unas 8 ó 10 conexiones diarias entre Ourense y Olmedo, en cada sentido, no justifican evidentemente la inversión restante.
Fuera de este esquema se queda completar el Eje Atlántico hacia el sur para dar continuidad a la línea y permitir una comunicación ferroviaria eficaz hasta Porto y, hacia el norte, para unir A Coruña con Ferrol y poner así en el mapa ferroviario a la ciudad departamental.
Pero también ha dejado de hablarse de la construcción de una LAV desde Ourense hasta Lugo, lo que dejará a la ciudad de las murallas con un enorme hándicap de accesibilidad por el medio ferroviario con consecuencias sobre su competitividad y desarrollo turístico-económico.
Pese a la repetida monserga de que Fomento sigue trabajando y tramitando una LAV para unir alguna vez Ourense con Vigo via O Carballiño, Cerdedo y Barro, nadie en el Ministerio se lo cree (probablemente ni la propia ministra), pues iría en contra de todas las proclamas de optimización de las inversiones públicas, el gastar (no invertir) 2.500 millones de euros en una línea de 60 kilómetros, para que Vigo ganase 15 ó 20 minutos en el viaje a Madrid, respecto a la comunicación que va a disponer, una vez se finalice el Eje Atlántico entre Vigo y Santiago.
También se ha caído del cuadro de planes y objetivos del plan Galicia, la transformación en Líneas de Velocidad Alta (para 220/250 km/hora) el acceso centro desde León a Monforte por Ponferrada, y la de la línea ferroviaria que une Lugo con A Coruña.
Si añadimos a todo lo anterior que el Ministerio de Fomento lleva guardando silencio absoluto, desde hace al menos 10 años, sobre el transporte de mercancías por ferrocarril en nuestra comunidad y la ausencia de cualquier plan conocido para que los puertos de Galicia puedan competir con el resto de los de España al disponer de este medio, podemos afirmar con total rotundidad que Galicia carece hoy en día de Planificación Ferroviaria alguna.
En un próximo artículo expondré el que, a la vista de la actual situación económico-política del país, podría y debería plantear la Xunta de Galicia, las entidades empresariales y las administraciones locales de las ciudades más importantes de la Comunidad: un Plan “B” ferroviario.