Sobre el auge turístico que está manifestando nuestra ciudad en los últimos años.
El mes de agosto es siempre el barómetro del éxito turístico de un lugar cualquiera. En el caso de La Coruña más aún, por ser desde hace décadas una de las ciudades clásicas del veraneo español. Y este ha sido un magnifico Agosto. Los datos lo corroboran, pues aunque las notas oficiales de la Xunta o las informaciones mediáticas siempre posponen o eliminan nuestra ciudad de la lista de referentes turísticos gallegos, la realidad medida y observada lo demuestra.
A falta de que se tengan los datos estadísticos del INE, las informaciones parciales dadas a conocer nos dicen que este año hemos sido la ciudad gallega con mayor nivel de ocupación media mensual y aquella donde la estancia media fue mayor, y una de las que presenta mayores datos de crecimiento. Esto en agosto porque en julio la cosa fue peor para todos, y aun así nuestra posición entre las ciudades gallegas también fue destacado. Ahora, desde la propia agencia de turismo de la Xunta, dicen que la principal fortaleza turística de Galicia en temporada media y baja son las escapadas urbanas o city break, y que entre ellas- según los datos- la primera es siempre La Coruña: el modelo de turismo urbano tiene su principal destino potencial de Galicia en nuestra ciudad y su comarca metropolitana. Hace tiempo que vengo defendiendo esto, pero siempre que lo hago fruncen el ceño y me tachan de localista. Ahora la propia directora de turismo lo deja ver. Y por eso me pregunto ¿por qué siendo esto así y sabiéndolo, la xunta margina de su propaganda turística a nuestra ciudad y entorno? A lo mejor porque empiezan a darse cuenta que la inmensa inversión en la promoción de Santiago está empezando a mostrar ciertas debilidades inherentes al modelo oficial diseñado para nuestra capital, en el que el número importa más que la calidad. Efectivamente yo creo que Feijoo se equivocó notoriamente en su modelo turístico, como antes se equivocó con el modelo económico y el desarrollo territorial. Pero a tiempo estamos de rectificar.
La segunda evidencia fue la experiencia de diversos amigos que se acercaron a estar aquí unos días para que les enseñara la ciudad, la comarca y lo que pudimos de Galicia. En algunos casos no fue fácil encontrar hotel. Buena señal. El más explícito fue un catedrático de una universidad vasca que me dijo:” vosotros no necesitáis un Guggenheim, porque esta ciudad es una joya y su entorno un privilegio”. Se refería a la Reserva de la Biosfera Mariñas-Mandeo. Efectivamente. Antes vimos que tenemos buenos datos, pero ahora podemos añadir que también tenemos buenos recursos: imagen de marca, paisaje, gastronomía, estilo de vida, moda y comercio de calidad, oferta cultural y festiva, patrimonio, historia etc. Tenemos todo lo que una ciudad puede desear para posicionarse como un destino de excelencia en el ámbito del turismo urbano.
Queda todavía un tercer punto que comentar sobre el turismo coruñés en agosto. El Consorcio de turismo ha dicho que se está estudiando la recuperación del tranvía histórico para convertirlo en tranvía turístico, que incluso podría llegar desde el Parrote hasta el monte de San Pedro. ¡Ojalá! porque esos cuatro tranvías tan bien restaurados y conservados son una joya, y con un adecuado plan de explotación turística tiene la rentabilidad asegurada. No en balde cuando funcionaban se posicionaron entre los diez tranvías más pintorescos del mundo. No debemos perder es posibilidad diferenciadora que teníamos. Algo que todas las ciudades buscan y que no todas encuentran. Al menos tendríamos ya resuelto uno de nuestros principales déficits: la carencia de transporte turístico. Claro que hay otras propuestas complementarias, como el bus turístico metropolitano, la necesaria señalización turística, la creación de un centro de recepción de visitantes y de interpretación de la ciudad, un nuevo parque de autocaravanas, y la creación de un nuevo producto turístico con ofertas integradas de recursos y visitas. Con una voluntad decidida estos objetivos pueden llevarse a cabo sin demasiada dificultad.
Por eso la cuestión más importante es que las autoridades locales lleguen al convencimiento de que para La Coruña el turismo- de calidad y no de cantidad- no es solo un complemento sin más, sino que es una parte decisiva para la buena marcha y el crecimiento de nuestra economía urbana. Y eso hasta ahora ha faltado. Ningún alcalde de la ciudad, sin excepción, se ha tomado en serio el papel del turismo para el futuro de la ciudad, y como muestra de ello es que desde hace años el Consorcio de Turismo solo tiene representantes institucionales ( Ayuntamiento, Autoridad Portuaria, Cámara de Comercio y tal vez alguna más) pero aún no se les ha dado entrada a los agentes privados y expertos que son los que se necesitan para poder afirmar que la ciudad cuenta con un ente de promoción turística adecuado a sus posibilidades. Tal vez en la próxima campaña municipal, este tema sea abordado de manera definitiva por algún partido político de los que se presenten a las elecciones. La ciudad lo merece y lo necesita. Somos ya un destino emergente, y podemos aspirar a ser un destino de excelencia.