Interesante reflexión sobre la actual situación láctea en Galicia y las diferencias que tenemos con respecto a otros países punteros en este tipo de producción.
Después de casi 30 de un mercado regulado e intervenido por la Unión Europea, los ganaderos gallegos ya pueden producir libremente la leche que quieran. Se acabó la cuota láctea el 1 de Abril.
El sector lácteo gallego es un sector estratégico para Galicia, y los ganaderos, lógicamente gallegos, el primer eslabón. Decimos que es un sector estratégico, porque Galicia es la primera región productora de leche de España, ya que, la agricultura, la ganadería y la pesca generan el 4.5% del PIB de Galicia, que puede parecer poco, pero es casi el doble que la media de España, en la que no llega al 2.5%.
¿Cuál es el panorama actual del sector lácteo en Galicia y España, y en qué se diferencia con el resto de la Europa desarrollada?
España tiene un consumo anual de leche de unos 9 millones de toneladas, de las que 6,5 millones se produce en nuestro país (es la cuota láctea, no nos dejan producir más) y 2,5 millones tiene que ser importado. De los 6,5 millones producidos en España, unos 2,2 millones o el 35% se produce en Galicia en 10.000 explotaciones ganaderas, frente a las 90.000 que había en el año 85, aunque se produce más leche ahora.
El sector y el consumo de leche en España tienen varias diferencias con el resto de Europa, diferencias en la forma de consumir y diferencias en la fabricación, así como otros factores. Estos seis factores que voy a mencionar son lo que nos diferencian con los países punteros en leche de Europa y marca nuestras desventajas con respecto a ellos:
1.- En cuanto a la forma de consumir en España somos consumidores adictos de leche uperizada (los cartones UHT), proceso térmico que se utiliza para reducir en gran medida el número de microorganismos presentes en alimentos como la leche o los zumos, cambiando su sabor y sus propiedades nutricionales. De manera que, el producto aguanta meses. En Europa se utiliza un método que preserva mucho mejor los valores nutricionales y de sabor de la leche, la pasteurización tradicional, aunque por este sistema, el producto solo aguanta 6/7 días. Esta costumbre de utilizar envases de tetrabrik que se pueden almacenar 3 o 4 meses, expone al sector lácteo gallego y español a mucha más dependencia de la competencia extranjera, incluso americana. A nuestro mercado se ha llegado a importar leche americana.
2.- Somos la primera comunidad productora de leche en España, lo que significa que el ganadero gallego ha realizado un esfuerzo enorme en modernizase y hacerse competitivo; Además de tener que invertir mucho en la compra de cuota, ha tenido también que invertir muchísimo dinero en infraestructuras para mejorar las estabulaciones (meter y guardar ganado en los establos), y también en la adquisición de conocimientos con el manejo del vacuno lechero. Hace años, como me dijo mi amigo Antón Camarero, veterinario especialista en vacuno, para aprender algo teníamos que viajar a Holanda, Francia, Alemania o Italia y ver instalaciones o estudiar técnicas de manejo. Hoy en día, tenemos muchas ganaderías al nivel de las mejores de estos países, que producen una leche de altísima calidad, la cual no detecta el consumidor, porque se pierden en el proceso de uperisación que acabamos de mencionar.
3.- En la fabricación, la industria láctea gallega y española padecen algunos vicios importantes. A diferencia de sus competidores europeos, los grandes del sector no han dado el paso en la diversificación de productos de más valor añadido como mantequillas, quesos y yogures. Además, las fábricas emplean la mayor parte del tiempo en envasar leche líquida para las marcas del distribuidor. De esta producción mucho más elaborada son precisamente los 2,5 millones anuales de toneladas que importamos.
4.- Otra diferencia con respecto al resto de Europa es que no han sido capaces de organizarse mejor internamente y, convertirse en sus propios envasadores, como sucede en otros lugares como Holanda o Irlanda donde las cooperativas representan el 80% del mercado (en España es solo el 20%) dependiendo totalmente de los operadores o industrias que recogen la leche. Esta dependencia extrema se remonta cuatro décadas atrás, cuando por motivos sanitarios y de volumen se empezó a poner fin a la venta directa. Ahí comenzó la difícil relación ganadero-industria que ha terminado favoreciendo a las empresas extranjeras.
5.- Un problema que especialmente incide en Galicia es el de por todos conocido tema del minifundio. Este tema también afecta al sector de la leche, disminuyendo la productividad de las granjas. En este sentido, por ejemplo en la región de la Bretaña Francesa, que tenía el mismo problema que Galicia, lo han atacado de forma muy eficaz, aplicando una cuota láctea por hectárea. Este sistema ha favorecido que en lugar de comprar cuota láctea entre unos ganaderos y otros se hayan comprado hectáreas favoreciendo la ampliación de los terrenos. Una pena que en Galicia no se aplicara esta política para aumentar la competitividad del sector. ¿Se podía haber aplicado esta política en Galicia?
6.- Por último, y no menos importante, fue la lamentable negociación de la cuota láctea por España cuando nos incorporamos al mercado común, allá por el año 1984, con una asignación muy baja frente a la del resto de Europa. Dentro de la agricultura el sector de la leche no parecía importar mucho, frente a otros sectores vinculados al sur de España.
El precio pagado por el litro de leche en Galicia es de unos 28 céntimos, unos dos céntimos inferior al de otras zonas de España. Además, solamente ha crecido desde 2006 un 5%, frente al crecimiento del 50-60% de los piensos, energía o fertilizantes. ¿Por qué sucede esto?
El precio de la leche empezó a desplomarse hace un año llegando a esos 28 céntimos en algunas regiones como la nuestra, igualando el más bajo de la última década. Supuestamente, esa caída se debe a un exceso de producto en el mercado internacional, sobre todo mantequilla y leche en polvo, pero hay voces que hablan de ajustes artificiales de precios pactados por las empresas operadoras….
Es decir volvemos al problema de siempre, cuando hablamos de la economía española, ya sea de los carburantes, luz, etc. volvemos a hablar de los oligopolios en nuestro país. Efectivamente muchos ganaderos se quejan de que han intentado cambiar el comprador al que vendían su producto buscando una alternativa, pero es muy difícil por no decir imposible y más en Galicia.
Y algo de verdad debe de haber en este tema, cuando la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) descubrió, tras años de investigación (iniciada por una denuncia de Unións Agrarias y la Unión de Pequeños Agricultores), que un grupo de 9 grandes empresas lácteas habían estado pactando precios durante años y repartiéndose las zonas de recogida de leche, siendo la multa que les han impuesto de 88,2 millones de euros. Pero muchos ganaderos creen que terminarán pagándola ellos con nuevas bajadas de precios.
Luego también existe el problema que comentábamos antes, de la falta de organización desde la base, desde los ganaderos, con un bajo nivel de cooperativismo quedan mucho más expuestos a los dictámenes de las industrias operadoras.
¿Qué panorama tenemos de cara al futuro sin cuota láctea?
Desde hace ya varios años países como Holanda, UK o Alemania, grandes productores de leche, se preparan para aumentar enormemente su producción. Las previsiones para España no son tan buenas. Nuestra estructura de la producción, muy poco enfocada a productos de valor añadido como quesos, yogures o incluso leche en polvo, auguran tiempos de enorme volatilidad en los precios y siempre a expensas de la demanda extranjera.
La Unión Europea en total produce 170 millones de toneladas al año y, esos países líderes en el sector lácteo (Holanda, UK, Alemania, Francia e Italia) han apostado por la modernización de las industrias lácteas y prepararse para la liberalización del sector con inversiones millonarias. En España seguimos utilizando la leche que producimos para el consumo directo y a importar el resto de productos de alto valor añadido, justamente los que generan mayor margen de beneficios.
Aunque estamos en esta situación con poca producción de productos elaborados, importándolos y en una situación de baja competencia y baja cooperativización muchos opinan que la desaparición de la cuota láctea puede ser el revulsivo para una mayor profesionalización del sector y mayor producción. Todos los expertos coinciden que algunas ganaderías pequeñas desaparecerán y que los precios los fijarán, el nivel de éxito, que tengan esos países punteros en la leche con las exportaciones, estaremos expuestos al nivel de precios del mercado mundial.
En este sentido los países emergentes, como China casi no producen leche y cada vez consumen más leche, de hecho por ejemplo en China se implantó en las escuelas un día a la semana un vaso de leche. Dependerá que estos países emergentes no sean capaces de autoabastecerse y que las empresas lácteas europeas compitan con las americanas y las de Nueva Zelanda para servirlos. Es decir que haya mercado para exportar. Si no pasa eso, ese exceso de producción de los países punteros en cuanto a producción de leche presionará sobre el mercado europeo con precios a la baja.
No sabemos si para mejor o peor tiempos nuevos para el sector lácteo, esperemos que el sector se siga modernizando, apueste por esos productos de alto valor añadido y que la desaparición de la cuota sea un revulsivo para la modernización del sector lácteo gallego y español, de manera que se ha hecho en los países punteros.