Feliz año 2022, el de los dos patitos y por eso año de la suerte. Eso al menos dicen los números en el juego de la Oca. Tras la ultima oleada y las tres vacunas deberíamos tener ya protección de grupo y poder dejar el COVID y variantes en el recuerdo, como una mala gripe, pero ya veremos como van las cosas. Como me decía un amigo desear un año 22 mejor que el que acabamos de pasar “non é moito pedir”.
A nuestra ciudad las cosas se le ponen muy bien, y yo creo que en pocas ocasiones empezamos el año con tan buenas noticias. Hace unas semanas publiqué en esta página un balance detallado de la marcha de la ciudad. Me salieron diez páginas y si tenéis paciencia y mantenéis el hábito de la lectura reflexiva os remito a ellas. Para los que preferís leer menos, os dedico este comentario. Un artículo que viene a ser una dosis de refuerzo de coruñesismo , que tampoco nos viene mal, porque cada vez que los coruñeses hablan de su ciudad en los medios su opinión casi siempre es quejosa, negativa y muy pesimista. Y no es verdad. Hay fallos, hay problemas, pero vamos muy bien. Recuerdo, a esto efectos, que en el documento citado anteriormente afirmaba con cierto entusiasmo que por fin- después de tanto cortoplacismo- la ciudad enfila el futuro a lo grande. Estas eran las razones: el desarrollo empresarial y la inversión de las principales empresas en nuevos proyectos, en la importancia de la inversión pública en marcha y en el arranque de tres grandes proyectos de futuro: Coruña Green Port, Ciudad de la Tics, y OPI .
Al hilo de esa lectura, un buen amigo me añadía en su respuesta algunos datos positivos. Yo asentí y en respuesta a sus aportaciones le escribía lo siguiente: “Pablo estoy asombrado del empuje de nuestras empresas. En el comienzo del año, la Estrella en todos los canales televisivos (menos la 1); en los últimos días del año se anunciaron inversiones y aumento de plantilla con empleos de calidad: Luckia, Añón, Calvo, Estrella, Vegalsa, Gadisa, Salgado, y la gran ampliación de Zara en Sabón. Por si fuera poco, también otras de fuera, como por ej. Amazón, Repsol,y Ecofin anuncian inversiones: Incluso parece que Aluibérica tiene un comprador. A eso le sumas el puerto exterior con más de mil millones USA para la primera planta, y una inversión del Estado para un centro experimental de energía marina, que será segundo en el mundo. Otras diez firmas están negociando. Los cruceros ya ves: 175 escalas previstas. También una empresa pesquera se instala en San Diego. La regeneración de la ría al fin se pone a andar; también hemos sido el destino turístico de Galicia con mayor recuperación del negocio con respecto al 2019; y, para terminar un dato: de las doce empresas gallegas cotizadas en Bolsa, siete son de Coruña. Como detrás de las empresas viene el empleo, y del empleo los salarios, su papel es siempre determinante, y más en una crisis como esta. Los chicos del Dépor en Europa y el Dépor en su sitio, pero con poder”.
“También Ferrol va a tener un buen año: gasificadora, grandes reparaciones navales, eólica marina, y creo que las fragatas están a caer. De hecho, ya están seleccionando cientos de puestos de trabajo cualificados. Lo mismo ocurre en Santiago, donde las prédicas al apóstol le están dando muy buen resultado con un Xacobeo ampliado, también en lo económico, y con inversión pública significativa. Pero destacan proyecto tales como el polo biofarmacéutico de La Sionlla, el nuevo big-data del Cesga, nuevas empresas tics, farmacéuticas y de la madera.
Por el sur las cosas siguen otro ritmo. En una Pontevedra peatonalizada los ciudadanos pasean, pero inversiones productivas no se ven, e incluso el tema de Lourizán se cierne como amenaza. Y mira a Vigo, le decía a Pablo: el negocio de las vacunas puede ser un revulsivo a la empresa Zendal de Porriño, la industria y pesquerías del congelado van viento en popa y lideran el sector a nivel mundial, pero la construcción naval cerrando, Stellantis con 5000 ERTES, y a la espera de los fondos europeos para desarrollar nuevos prototipos. Pescanova va recuperando. Mientras, la política social, cultural, ambiental y la presión fiscal están peor que en las otras ciudades, y la adaptación al cambio climático más rezagada. Manejan muy bien la propaganda, pero la realidad es menos brillante que las luces de navidad, aunque estén en marcha importantes proyectos urbanísticos. Los datos de renta no son buenos y el consumo se resiente. Y el Celta justito, aunque sigue en primera. Afortunadamente”.
Al hilo de esté relatorio, recordé aquel estereotipo de las ciudades gallegas que decía así: Vigo trabaja Pontevedra duerme, Santiago reza y La Coruña se divierte, y que remedaba uno similar de las ciudades portuguesas. Hoy, en el comienzo del 2022, y, a la vista de los hechos, exige una nueva formulación. Podría ser esta: Coruña emprende, Ferrol despierta, Pontevedra pasea, Vigo se para y a Santiago le va bien rezando al apóstol. Y todas se divierten cuando el covid les deja. Buen año para todos.