Interesante reflexión sobre los resultados de las elecciones gallegas y cómo deberían afectar al futuro de La Coruña y su área metropolitana.
Los resultados de las elecciones ponen de manifiesto un hecho muy significativo. De las siete mayores ciudades gallegas, fue en A Coruña donde Núñez Feijoo tuvo más votos. Estas son las cifras: 54.109 coruñeses votaron a Núñez Feijoo, frente a 51.065 vigueses (a pesar de tener más población municipal), y en niveles inferiores 24 mil compostelanos, 23mil ourensanos y lucenses en números redondos, 17 mil pontevedreses y 15 ferrolanos. Si ahora sumamos los municipios de la comarca metropolitana, obtenemos 36.362 votos, siendo, el de Oleiros, el concello con más votantes al PP (8108) seguido de Arteixo (5906), Culleredo (5268) y Cambre (4739). En total, la Comarca Metropolitana coruñesa aportó 90.421 votos. Un número que casi iguala los votos de la provincia de Ourense (92. 418), de Lugo (96.728) y que representan el 32.7% de los votos de la provincia coruñesa.
Si compramos estos votos con la oferta electoral para la ciudad (enlace vía ártabra-autopista, intermodal a negociar, mejoras hospitalarias y un programa para rehabilitar viviendas en el barrio del Orzán y en Betanzos), comprobamos que en sus propuestas para cuatro años se ha quedado corto. Por eso, pienso que no resulta excesivo recordar algunas de las inversiones pendientes a las que hice referencia en un artículo colgado hace días en esta página. Por citar algunas: el enlace del Temple, el enlace que prolonga la Vía Ártabra hasta la autovía, impulsar las obras de la autopista (vial 18 y Alfonso Molina), completar la mejora de la nacional VI y apoyar las obras del puente del Pasaje. Algunas son de competencia estatal, pero la fuerza de nuestro presidente puede contribuir a acelerar las inversiones, una vez que se constituya el nuevo gobierno español (que ahora espero será pronto). Y en el ámbito cultural, apoyar económicamente el proyecto de la Ciudad de la Música en todas sus dimensiones. Habría que sumar, el impulso al tren de cercanías o tren metropolitano, como estrategia sostenible para racionalizar la excesiva carga automovilística que circula por una Ciudad Metropolitana Policéntrica que se ha quedado pequeña y con infraestructuras insuficientes.
Pueden hacerse muchas lecturas políticas de los resultados, pero es indudable que el área metropolitana coruñesa ha puesto su confianza en el gobierno de Núñez Feijoo. El presidente de la Xunta conoce bien esta ciudad y sabe bien de sus necesidades y de las limitaciones que las carencias aludidas tienen para los ciudadanos de una de las dos mayores áreas metropolitanas; para las empresas del principal motor económico y empresarial de Galicia, y para los visitantes del segundo destino turístico regional y el que aporta resultados económicos más rentables; y eso a pesar de la escasa promoción que se hace desde la Xunta. No es localismo es equidad.
Desde aquí, un saludo al nuevo presidente, mejor al presidente renovado, y con él esta reclamación colectiva para que la ciudad y su área metropolitana reciban mejor trato que el que ha tenido hasta ahora. Al menos ese es el sentir colectivo de los ciudadanos metropolitanos, y – como hace días escribía un colaborador de esta página- “amor con amor se paga”.