Sobre la situación del tranvía en la ciudad y su relación con aspectos turísticos,urbanísticos,etc.
Mucho se ha escrito sobre el tranvía histórico que recorría el paseo marítimo. Primero se cortó el tramo inicial para proceder a realizar esa obra del Parrote que, en su estado actual, a casi nadie gusta. Dos son las razones: todo el entuerto en torno a la obra vino motivado por la aparición de los cimientos de un baluarte que nunca llegó a construirse. Ahora dichos restos son tan difíciles de ver que las tres veces que anduve por allí (dos casi me caigo y una me caí) se me acercó gente preguntando donde se podían ver. La verdad es que yo tampoco lo sabía. La segunda razón es el exceso de superficie pétrea, una moda de los arquitectos no siempre valorada positivamente por los ciudadanos, que echamos de menos superficies verdes y especies vegetales. La existencia de la placa no es inconveniente para incorporar un diseño verde, máxime cuando se han eliminado amplias zonas vegetales preexistentes. Todo es revisable pero el resultado actual en mi opinión debería rediseñarse. Claro que para trasladar el “botellón” y así recuperar los destrozados jardines de Méndez Núñez es un espacio excelente.
La segunda razón aducida en los debates sobre el tranvía era la carestía de la instalación y la necesidad de hacer una revisión técnica, acentuada por el efecto de los temporales. Esto obligó a eliminar el tendido de la zona de Adormideras. En cambio se efectuó una reparación del tramo que rodea la bahía del Orzán. Han paso los meses y el tranvía sigue sin circular, y lo que es peor, la imagen del borde verde del paseo está cada vez más deteriorada, sin mencionar la pantalla vegetal que se eliminó entre los Salesianos y los surfistas. Una lástima porque el frente constructivo no es muy agraciado, y la pantalla verde ya arraigada constituía una buena solución. De todos modos el espíritu arboricida del urbanismo coruñés actual se aplicó también a la zona de Riazor donde una o más palmeras fueron eliminadas sin saber por qué. No olvidemos que se trata de un árbol ornamental de difícil crecimiento y que lejos de ser una especie exótica responde a la variedad atlántica, es decir las palmeras coruñesas son de la especie canariense (procedente de las islas Canarias) y están expandidas desde el siglo XVIII por todo el Norte de España, y más en la costa de Galicia donde tenemos un clima de transición al atlántico subtropical. La verdad es que las cosas estaban mejor antes, y aún se pueden reponer los desperfectos o desaciertos, como se quiere decir.
Pero volviendo al tranvía, ahora se dice que debe eliminarse para poder continuar el carril bici y porque su mantenimiento es deficitario. Naturalmente que lo es porque nunca ha sido bien gestionado, ni como tranvía de viajeros ni como tranvía turístico. Es más, lo lógico es que desde el Parrote o San Antón continuara hasta el elevador del Monte de San Pedro, uniendo así los iconos turísticos que siguen sirviendo de imagen para muchas publicaciones de Galicia y de La Coruña (la Torre, la Domus, el estadio y el Millenium, además del propio elevador). Voy a contar una cosa: buscando en un servidor con los diez tranvías más bellos del mundo (tranvías top ten), en un lugar destacado aparece el tranvía de la Coruña, junto con los de San Francisco, Lisboa, Viena, Barcelona, etc. La verdad es que no tenemos tantas razones para alcanzar tan buen posicionamiento, y por eso eliminar un icono que está considerado por la opinión de los viajeros como uno de los más bellos del mundo, es una decisión que yo desde luego no tomaría. Más razones, en los comentarios que los cruceristas que arriban a La Coruña dejan en la red, hay varios que dicen que no pudieron ir a la Torre de Hércules porque no sabían cómo desplazarse por no haber un transporte turístico y porque el tranvía que los folletos anunciaban no funcionaba. También son muchos los que lamentan el lamentable estado de la Ciudad Vieja y esa invasión inconcebible del automóvil que, al fin, parece se va a resolver. Son cosas elementales para una ciudad cuyo centro está en fase de decadencia y en la que el turismo es uno de los factores con mayor capacidad de revitalización. Pero para hacer un centro urbano atractivo hace falta cuidar muy bien los detalles, y aquí de eso sabemos poco.
En consecuencia, a La Coruña, le pasa lo mismo que a la ciudad colombiana de santa Marta, tiene tren rápido a Santiago y pronto a Vigo y Madrid, pero lamentablemente no tiene tranvía. La canción continúa así: si no fuera por “las chicas, caramba, Santa Marta moriría, caramba”. ¿Verdad que suena bien?